Hamid Alabado
La raíz verbal de Hamid es hámida que expresa a la vez “alabanza” y “agradecimiento”. Es uno de los Nombres divinos que aparecen con más frecuencia y predominancia en el Sagrado Corán, como sucede con la primera sura Al-Fátiha, al-Hámdu lil-Lahi Rábbil-´alamín (1:2), la Alabanza sea con Allah Señor de los seres, lo que se explica enseguida al decir: A Ti adoramos y a Ti solo imploramos ayuda (1:5). “Adoramos” corresponde a la Alabanza, y la segunda expresión, “y a Ti solo imploramos ayuda” corresponde al agradecimiento obligatorio.
La Alabanza no es solamente el acto humano de adoración, sino como Nombre divino, es anterior a todas las cosas: Si vosotros y todos cuantos hay en la tierra fuerais impíos, [sabed que] Allah es por cierto realmente Autosuficiente [prescinde de vuestra alabanza], Alabadísimo [en sumo grado por todo cuanto creó] (14:8). Es por eso que la Alabanza de Allah en Sí Mismo se distingue de la adoración, al-‘ibádah, como el conocimiento puro de Allah, Al-Tauhid, se distingue de la práctica de la devoción, y un Profeta se distingue de un sacerdote. Dijo el Profeta (BPDyC): “Curaos con lo que Allah Exaltado se alabó a Sí Mismo antes de que lo alabara Su creación, y con lo que Allah Exaltado se elogió a Sí Mismo: ´La alabanza sea con Allah (Al-Hámdu lil-Láh)´, y ´Di: Él Allah es Uno y Único (Qul Hua Allahu Ahad)´. Porque al que no lo cura el Corán no lo puede curar nadie”.
Cada ente en su propia constitución alaba a Allah exaltado: No hay cosa alguna que no glorifique en Su Alabanza, pero no comprendéis su Glorificación (17:44) Esta Alabanza es la que le permite a cada ente ser un particular distinto. La Glorificación simboliza el vínculo con el Sí Mismo, y la Alabanza simboliza que cada particular es único, mientras que el sí mismo particular de cada uno es oculto. Dice el Sagrado Corán: Los ángeles glorifican en Alabanza a su Señor (42:5); el trueno glorifica en Su Alabanza (17:44); ¿Es que no ves que a Allah Le glorifican cuanto hay en los cielos y en la tierra, y los pájaros en bandadas desplegando sus alas [en alabanza] cada cual conociendo su alabanza y su glorificación? Siendo Allah conocedor de lo que ellos hacen (24:41) Dijo el Profeta (BPDyC) “Y alaban a Allah los cielos y la tierra y las montañas. Alabad a Allah vosotros, seres, que os engrandeceréis en la alabanza, y trascenderéis en la alabanza y el agradecimiento, y os perfeccionaréis a vosotros mismos en vosotros mismos con la alabanza, el agradecimiento y la sabiduría de vuestra realidad.”
El nombre del Profeta (BPD) deriva del mismo término hámida, y una tradición dice: “Se cuenta que un judío en cierta ocasión preguntó al Profeta (BPDyC): “¿Por qué has sido nombrado ‘Muhammad’ o ‘Ahmad’, ‘Abu Al-Qásim’ (el padre de Al-Qásim), ‘Bashír’ (albriciador, dador de buenas nuevas a los que son creyentes), ‘Nadhír’ (advertidor, anunciador de amenazas a los impíos), y ‘Dá’i (convocador hacia Allah)?” Y el Profeta (BPDyC) respondió: “En cuanto a Muhámmad es porque soy muy alabado en el cielo, en cuanto a Ahmad es porque soy muy alabado en la tierra. Respecto de Abu Al-Qásim, por cierto que Allah, Bendito y Exaltado sea, va a separar [de Sí] el Día de la Resurrección a los que entran en el Fuego [Qásim procede de “separar”, “dividir”], porque me han rechazado y desmentido, tanto se trate de los primeros [primeras generaciones humanas], como de los últimos. Respecto a Convocador, es porque sin duda yo convoco a la gente hacia el Dín [creencias y prácticas] de mi Señor, hacia el Islam. En cuanto a Advertidor, es porque advierto del Fuego a aquellos que me desobedecen. Y en cuanto a Albriciador, es porque doy la buena nueva del Jardín a los que me obedecen”.
En Al-Músnad de Áhmad Ibn Hánbal se relata que Alí Ibn Abi Tálib (P) escuchó al Mensajero de Allah (BPDyC) decir: “Me fue dado lo que no le fue dado a nadie de los Profetas: Vencí [sin luchar] por influencia del temor, me fueron dadas las llaves de la tierra [para la expansión del Islam a toda ella], fui nombrado Áhmad [“el más alabado”], la tierra fue hecha pura para mí [para la oración sin necesidad de templos], y mi comunidad fue establecida como la mejor” (T, III, p. 381-382)
Podemos mencionar un anuncio respecto del Profeta (BPDyC) en el evangelio de Juan: “Pero ahora voy al que me envió (…) Os conviene que yo me vaya, porque si no me fuere, el Perícleto [y no Parácleto] no vendría a vosotros (…) Pero cuando venga el espíritu de verdad él os guiará a toda verdad” (16:7 y 13) “Más el Perícleto… él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (14:26) Estos son anuncios sobre Muhámmad (BPDyC), cuyo nombre en árabe significa lo mismo que “Perícletos” en griego, es “glorificado”, “muy alabado”. Jesús (P) no hablaba en griego sino en arameo, por lo cual no pudo utilizar nunca la palabra “Perícletos”, sino el término correspondiente que después así fue traducido. Los intérpretes posteriores de los evangelios han variado el significado de “Perícletos” por el de “Parácletos”, que significa “auxiliador”, “protector”, y más especialmente “intercesor”, atribuyendo dicha función al Espíritu Santo (P) Sin embargo, la función característica del Profeta (BPDyC) es la del Intercesor por excelencia, en este mundo y en el más allá.
En el Antiguo Testamento, el Profeta Habacuc dice: “Eterno, aviva tu obra en medio de los tiempos; en medio de los tiempos hazla conocer; en la ira acuérdate de la Misericordia. Dios vendrá de Temán y el Santo desde el monte de Parán. Su gloria cubrió los cielos, y la tierra se llenó de su alabanza. Y el resplandor será como la luz; resplandores saldrán de su mano… He visto las tiendas de Cusán en aflicción; las tiendas de Madián temblaron” (3:2-4 y 7) “Temán” mencionada en esta profecía de Habacuc significa literalmente “sur” en hebreo, y tomando como referencia a Palestina, indicaría a Arabia. “Dios vendrá de Temán” significa que la Revelación aparecerá en Arabia. Las palabras “gloria” y “alabanza” de esta profecía se refieren a los nombres del Profeta (BPDyC); “Muhammad” (glorificado) en el cielo, y “Ahmad” (alabado) en la tierra, o bien a la inversa. También la expresión “acuérdate de la Misericordia” se refiere al Profeta (BPDyC) llamado en el Sagrado Corán “Misericordia para los seres”, o bien al Sagrado Corán, designado como “curación y Misericordia”. “La tierra se llenará de su alabanza”, cuando el Islam se expanda a toda la tierra, y el bendito nombre del Mensajero de Allah (BPDyC), Muhámmad sea alabado, como hoy, por los musulmanes de todas la razas, regiones y culturas, cada vez que se lo pronuncia se dice: “Con él sean la Bendición y la Paz, y con su Descendencia y compañeros fieles”, y es así exaltado en todos los idiomas.
Una tradición del Profeta (BPDyC) dice: “¡No me alabéis como los cristianos alaban a Jesús hijo de María!, porque yo soy un siervo. Más bien decid [de mí]: ‘Siervo de Allah y Su Mensajero” (MIK, I, p. 467). En otra tradición similar dice: “¡Gentes!, ¡cuidad vuestras expresiones!, ¡que Satanás no os abata!: Yo soy Muhammad Ibn Abdallah, Rasul Allah (Mensajero de Allah). ¡Por Allah!, no quiero que me alabéis por encima de la posición en la que Allah, Poderoso y Majestuoso, me ubicó” (MIK, I, p. 468).
Dice una tradición muy importante: “Contó Abu Súlmah, el pastor de los camellos del Mensajero de Allah (BPDyC): ‘Oí al Mensajero de Allah decir: ‘La noche en que fui ascendido al Cielo [en el mi’ráy] me dijo el Majestuosísimo, exaltado sea: ‘Cree el Mensajero en lo que le fue Revelado por su Señor [2:285]’. Dije: ‘Y los creyentes’. Respondió: ‘¡Has dicho verdad Muhammad!’ Me preguntó: ‘¿A quién has designado tu sucesor en tu comunidad?’. Respondí: ‘Al mejor de ella’. Preguntó: ‘¿Alí Ibn Abi Tálib?’. Respondí: ‘Si, Señor’. Dijo: ‘¡Muhammad! Por cierto, que he dirigido una mirada a la tierra y te elegí en ella, y te di un nombre derivado de un Nombre mío. Y no soy recordado en ningún lugar sin que tú seas recordado Conmigo: Yo soy el Alabado (Al-Mahmúd), y tú eres Muhammad. Y luego miré de nuevo y elegí en ella [la tierra] a ‘Alí, y le di un nombre derivado de uno de los míos, pues Yo soy el Elevadísimo (Al-A’la), y él es Alí. Por cierto, que te he creado y he creado a Alí, a Fátima, a Al-Hásan y a Al-Husáin de una apariencia de Mi Luz, y ofrecí [la aceptación de] vuestra primacía a los seres de los cielos y de la tierra: El que la acepte será para Mí de los creyentes, y el que la deteste será para Mí de los impíos. [¡Muhammad!] Si uno de Mis siervos me adorase hasta el punto de aislarse [para ello], o llegar a ser como un odre viejo y gastado [por sus sacrificios], y luego viene a Mí renegando de vuestra primacía (uiláiah) no le perdonaré hasta que la confirme. [¡Muhammad!] ¿Quisieras verlos [a los Imames]?’. Respondí: ‘¡Si Señor!’. Y me ordenó: ‘¡Tórnate hacia la derecha del Trono!’ Y me volví, y he aquí a Alí, Fátima, Al-Hásan, Al-Husáin, Alí Ibn Al-Husáin, Muhammad Ibn Alí, Yá’far Ibn Muhammad, Musa Ibn Yá’far, Alí Ibn Musa, Muhammad Ibn Alí, Alí Ibn Muhammad, Al-Hásan Ibn Alí, y Al-Mahdí en [medio de] un mar de Luz, enderezados en la salá (oración), y él [Al-Mahdí] en medio de [todos] ellos. Él era como una estrella reluciente. Me dijo: ‘¡Muhammad! Estos son la prueba [para la humanidad], y él es el luchador de tu Descendencia. ¡Por mi Poder y Majestad! [Al-Mahdí] es el Camino obligado para Mis amigos y para quienes he de castigar entre mis enemigos”.
Una tradición del Profeta dice: “La mejor invocación es La Iláha illa -l-Láh (no hay Divino más que Allah), y la mejor súplica es Al-Hámdu lil-Láh (La Alabanza sea con Allah)” (MIK, I, p. 21).
© Textos del Sheij Alí Al-Husainí recopilados por Aiman Fradkin y Hasan Gomez, editados por Bashir Gomez