‘Azíz Poderosísimo, Dominante, Poseedor de todo, Enriquecedor. *Mu’ízz Dador de Poder y/o Dones y/o Renombre
´Azíz tiene varios significados en la lengua árabe, vinculados a “poder”, “riqueza”, “honorabilidad”, “estima”, “ser precioso”, etc. En el Sagrado Corán´Azíz tiene dos significados, por un lado el de “Poder divino” que implica la plenitud de las posibilidades a realizar, y entre ellas todas las daciones, misericordias, gracias y mercedes con que el Señor, exaltado sea, adorna la creación. Especialmente la Generosidad divina, que desborda los merecimientos de todos los seres, cualquiera sean ellos, porque ninguno tiene méritos para adquirir nada por sí mismo, excepto que el Señor se lo otorgue. Y el agradecimiento es inherente a la Generosidad, no porque el Señor lo necesite, sino para confirmar que el siervo toma conciencia de lo recibido. Y esta toma de conciencia es el segundo significado de ´Azíz.
Sobre este asunto se registra en la fuente imamita Al-Káfi, proveniente de Al-Zubári, uno de los discípulos del Imam Yá`far Al-Sádiq, con él sea la Paz, lo siguiente: “Pedí [al Imam]: ‘Infórmame acerca de los diversos aspectos de al-kúfur (la impiedad o incredulidad) según [figura en] el Libro de Allah, Poderoso y Majestuoso’ Respondió: ‘El kúfur según el Libro de Allah tiene cinco aspectos, entre ellos: [Primero y segundo] la impiedad de la negación (o recusación), que tiene dos facetas, [tercero] el kúfur por el abandono de lo que ordena Allah, [cuarto] el kúfur inculpable, [quinto] el desagradecimiento de los dones [de Allah]”.
En cuanto a Mu´izz, “Dador de poder, dones y renombre”, es el agente divino que otorga poder a cada ente según sea su función y jerarquía. Y mientras que el Poder es universal y concierne a la Presencia divina, el poder particular otorga señorío, es decir dominio particular sobre las criaturas. El Señor por excelencia es Allah que domina todas las cosas sin excepción: “En verdad que a Allah pertenece el Dominio de los cielos y de la tierra. Él da vida y muerte, y no tenéis fuera de Allah Protector ni Socorredor algunos” (9:116). “… y lo [malo] que insinuéis u ocultéis en vuestras almas os juzgará Allah por ello [el Día del Juicio] Entonces Él perdonará a quién Él quiera [debido a Su Gracia], y castigará a quien Él quiera [debido a Su Justicia], porque Allah es Todopoderoso [para ello]” (2:284) Si los castigaras es porque sin duda son Tus siervos [y lo merecen], pero si les perdonaras, es porque Tú eres Poderosísimo, Sapientísimo [puedes indultarlos según Tu Sabiduría]. (5:118)
En una tradición sobre Enriquecedor (´Azíz) dice: En Perlas esparcidas se trae de Ibn Abbás que el Profeta (BPD) fue interrogado sobre Allah suprime lo que Él quiere, y confirma… y respondió: “Esto es que Él, cada noche de Al-Qádir, enaltece o disminuye [la condición de Sus siervos], y enriquece. Excepto la vida y la muerte, la aflicción y la felicidad, porque ello no cambia”. Dice el Sagrado Corán respecto del Profeta (BPD): ¡Por la plena mañana! ¡Y por la noche cuando promedia [es más oscura y silenciosa]!: ¡Tu Señor no te ha abandonado [Muhámmad] ni te aborrece! Sin duda que la otra vida será mejor para ti que la anterior [la del mundo], y en verdad que entonces te proveerá tu Señor hasta que te complazca. ¿Por ventura no te halló huérfano y te amparó? ¿Y te encontró extraviado y te guió? ¿Y te halló indigente y te enriqueció? (93:1-8).
En cuanto al Profeta (BPD), siendo bebé, su sola persona bendecía y enriquecía a quienes lo tenían a cargo. Halima, la nodriza del Profeta (BPD) cuenta: «Habiéndolo recibido, volví con él a donde estaba nuestra caravana. Lo puse contra mi pecho y le di el seno para que mamara cuanto quisiese. Mamó hasta que estuvo satisfecho y su hermano hizo lo mismo. Ambos quedaron hartos y se durmieron enseguida. Antes, en cambio, nunca habíamos podido dormir. Mi marido se levantó y fue a nuestra vieja camella, a la que – con gran sorpresa suya – halló repleta de leche. Púsose a ordeñarla. Ambos bebimos a nuestra satisfacción y pasamos una excelente noche. A la mañana siguiente, mi marido exclamó: “¡Por Dios, Halima! ¡Ahora sabes que te han confiado una criatura bendita!” Y yo le repliqué: “Así lo espero”. Partimos, tras haber dispuesto al niño sobre la pollina, que trotaba con tan ligero paso que ninguna de las otras asnas podía seguirla. Tanto, que mis compañeras empezaron a decirme: “El diablo te lleve, Bint-Abu-Dhuayb: espéranos. No dirás que esa pollina es la misma que traías al venir.” “Pues es la misma – contestaba yo. ¡Dios Santo! Algo ha debido ocurrir” Llegamos a nuestros campamentos del clan Banu-Sad. En toda la tierra no había visto algo más árido. Pues bien: a partir del día en que llevé al niño, los animales volvían por las tardes satisfechos y llenos de leche. Los ordeñábamos y bebíamos. Y sin embargo, ningún otro podía sacar una gota de leche de las ubres de sus bestias. De manera que los de nuestra tribu que se hallaban allí, decían a sus pastores: “Así os lleve el diablo. ¡Por qué no conducís a las bestias al mismo sitio al que Bint-Abu-Dhuayb lleva su rebaño?” Pero, al anochecer, las bestias regresaban insatisfechas y sin una gota de leche que dar, mientras que las mías no padecían hambre y estaban llenas de leche. Seguimos experimentando la bondad de Dios, hasta que el niño llegó a los dos años. Entonces lo desteté.” (Ibn Hisham, 104)
Según otra tradición, un tal Zá`labah Ibn Hátib, que era de los ansár, pidió al Profeta (BPD): “¡Ruega para mí que Allah me provea de riqueza!”. Respondió el Profeta (BPD): “¡Es mejor poco, que tú agradezcas, que mucho, que no puedas soportar! ¿Es que no tienes en el Mensajero de Allah un ejemplo suficiente? ¡Juro por El que tiene mi alma en Su Mano!: Si quisiera que las montañas se convirtieran para mí en oro y plata, lo harían” Luego de esto vino a él de nuevo, y le pidió: “¡Mensajero de Allah! Ruega para mí que Allah me provea de riqueza ¡Por Quien te envió con la verdad!: Si Allah me concediera fortuna daría a cada merecedor de ella su parte” Entonces el Mensajero de Allah (BPD) rogó: “¡Allahúmma! ¡Concede a Zá`labah riqueza!” Y luego este adquirió ganado, el que aumentó como se incrementan los gusanos. Y Medina fue estrecha para él, por lo que se apartó de allí hacia uno de los campos de ella, pero luego aumentó su crecimiento hasta que se alejó de Medina, quedando así impedido de asistir al yumú`ah y a la yamá`ah (oración congregacional y comunidad) Y el Mensajero de Allah (BPD) envió al recolector [de las daciones] a él, para percibir la caridad, pero él se negó y avarició, diciendo: ‘¡Esto no es más que lo mismo que la yizíah (capitación de la gente de la Escritura)!’ Y el Mensajero de Allah (BPD) exclamó [al saberlo]: ‘¡Ay de Zá`labah! ¡Ay de Zá`labah!’ Y Allah reveló entonces los versículos 9:75 en adelante: Y entre ellos hay quienes pactan con Allah [diciendo]: “Si es que Él nos otorga de Su Gracia, sin duda que seremos muy dadivosos, y realmente seremos de los justos”.
Por último, Allah exaltado, por la bendición del Profeta (BPD) concede el triunfo y la abundancia de las riquezas a los creyentes: Y recordad cuando erais pocos y débiles en la tierra, y temíais que la gente os arrebatara, pero Él os dio amparo y os confirmó con Su triunfo, y os enriqueció de los bienes, para que seáis agradecidos. (8:26)
© Textos del Sheij Alí Al-Husainí recopilados por Aiman Fradkin y Hasan Gomez, editados por Bashir Gomez