Conversaciones con el Sheij Alí Al Husainí (10)
Salamu aleikum Sidi Murshid. En la conversación anterior (la nro 9) se mencionó que muchas personas en occidente (incluyendo a algunos científicos), debido a la cultura materialista de los últimos siglos, piensan que todo se formó al azar, por casualidad. Sería fácil rebatir estas ideas o descalificar a científicos que solo miran los fenómenos físicos, por carecer de una formación filosófica y no estar interesados en la metafísica. Hablamos esta semana con Aiman y Ud. acerca del versículo del Sagrado Corán que dice: Y establecimos la noche y el día como dos signos, pero eliminamos el signo de la noche, y hacemos que el signo del día sea manifiesto, para que procuréis los bienes de vuestro Señor, y para que conozcáis la cuenta de los años y de los números (17:12). De fuentes imamitas, como Al-Tábrasi y otros, se transmite de los Imames (BP) una tradición unánime (mutauátirah) que afirma: “Era (es) Allah y no había (hay) nada en absoluto junto a Él, luego creó las cosas haciéndolas aparecer sin antecedentes”. ¿Allah estaba en la Oscuridad antes de que principiara el espacio y el tiempo?
-En la fuente sunnita Perlas esparcidas, de parte de varias obras de tradiciones, uno de los compañeros del Profeta (BPDyC) relata: “Pregunté: ‘¡Mensajero de Allah! ¿Dónde estaba nuestro Señor antes de crear Su creación?’ Respondió: ‘Estaba en una oscuridad (`amá’ ) debajo de la cual era vacío y encima de la cual era vacío, y creó Su Trono sobre el agua’” (T, X, p. 17) También en otros versículos del Sagrado Corán la noche antecede al día. Algunos astrofísicos han diseñado una máquina aceleradora de partículas, para probar la existencia del bosón de Higgs; otros se entretienen en fórmulas matemáticas que no hacen más que calcular las distintas relaciones entre los objetos existentes; los más audaces pretenden encontrar la explicación del “Todo” sin darse cuenta que solamente dan vueltas alrededor de la apariencia de Realidad. El Profeta (BPDyC) rogó conocer la Realidad tal cual es. Musa (P) pidió ver a su Señor. Dice el Sagrado Corán: Y cuando Moisés vino a Nuestra cita y su Señor le habló, pidió Moisés: “¡Señor mío, déjame ver que yo Te observe!” Respondió [Allah]: “No Me veras, pero observa el monte, que si permaneciera firme en su lugar, luego pues Me verás”. Y cuando su Señor se manifestó en el monte lo arrasó, y Moisés cayó desvanecido, y cuando despertó exclamó: “¡Glorificado seas, me arrepiento a Ti, siendo yo el primero de los creyentes!” (7:143)
-¿Se puede interpretar que Moisés cayó desvanecido envuelto por la Oscuridad Divina?
-Si lo Oculto se manifestara a sí mismo en absoluto, dejaría de existir la dualidad Oculto-Manifestado pues sería el fin de un ciclo universal y total. En el orden metafísico Moisés (P) corresponde a la Ley revelada. Él va desde lo manifestado hacia lo oculto, desde el orden del mundo hacia la espiritualidad pura, y es por eso que representa la purificación del alma, y su símbolo es el blanco. Como también su grado máximo es el Yo divino, porque en este sólo subsiste Allah Exaltado y todo otro se aniquila. Entonces la desaparición en Allah, la aniquilación (al-faná`), es el grado de realización espiritual que simboliza Moisés (P), y tal es también el significado de “¡Señor mío, déjame ver que yo Te observe!”, que significa que desaparezca en Ti. Debemos conocer lo Absoluto como Oculto y Manifestado. “Oculto”, en el sentido que está más-allá-del-Ser. Esto es muy importante, porque muchos errores se basaron en el hecho de concebir a Allah Exaltado como un ser entre los seres; o como el máximo de los seres, pero atribuyéndole las condiciones del Ser, lo cual es erróneo. Lo Absoluto es en sí mismo oculto, incognoscible, inabarcable, pues lo omniabarcante no puede ser abarcado, y está necesariamente más allá de lo que abarca, y lo que es principio, debe ser heterogéneo a lo principiado, que tiene una posterioridad lógica a su respecto.
-Ud. enseña que el Profeta (BPDyC) simboliza “Lo oculto de lo Oculto”, ¿podría ampliar por favor esta idea?
-Lo Oculto pertenece al Sí Mismo divino, más allá de lo Manifestado y de lo Creado. Los Profetas (P) representan aspectos de la Realidad divina, y los hay que simbolizan lo que esa Realidad muestra en la Creación, otros lo que ella constituye en la Manifestación, y otros lo que ella presenta como oculto en Sí Misma. En definitiva, los Profetas (P) son como los arquetipos de los Atributos divinos, y algunos lo serán de aquellos Atributos que pertenecen a la Creación, otros de los de la Manifestación, y por fin otros de los del Sí Mismo Oculto. Todo lo que hay es como un ser individual: Cuerpo, alma y espíritu, es decir, Creación, Manifestación y Ocultación. Pero esta última no se muestra como lo hace el espíritu en el hombre, sino que constituye la Infinitud oculta de la Realidad divina. Y así como un ser está rodeado de todo lo que no es él, del mismo modo el Ser total está “rodeado” por el No-Ser, y de Él depende. El Profeta (BPDyC) es “lo oculto de lo oculto”, en el sentido de la mayor realidad y excelencia que se manifiesta desde lo Oculto, y en la Creación.
-Si Allah es lo Oculto de lo Manifestado, y el Profeta (BPDyC) es lo oculto de lo Oculto ¿que representa entonces Alí Ibn Abu Talib (P) en tal sentido?
-Alí (P), en tanto Manifiesto, es la esencia o centro del Primer Manifestado, del Muhammad metafísico, de este modo Alí (P) se encuentra ligado íntimamente al Sí Mismo divino Oculto, constituyendo el vínculo secreto entre el Primer Manifestado y Aquél. Y como Vínculo, es el Segundo Adquirido que media en la Creación. Segundo Adquirido significa que tiene un vínculo exclusivo con el Sí Mismo divino Oculto y presenta un vínculo con la multiplicidad, todos los seres manifestados y creados, porque Allah en Sí Mismo no es accesible a la multiplicidad, sino Único y Absoluto. Y es por necesidad, entonces, que el Segundo Adquirido adquiere una jerarquía mayor al resto de los seres en la Creación, los que no alcanzan una elevada categoría si no reconocen a Alí (P) como el polo de la Creación.
-¿Es correcto entonces decir que “Alí es lo oculto de Muhammad”?
-El Profeta (BPDyC) expresó: “Yo y Alí somos de una sola planta, y el resto de los seres son de plantas diversas” y lo calificó varias veces como su sí mismo. Alí es nombrado en nuestra metafísica como “Segundo adquirido”, “Manifiesto” o “Vínculo”; también como Manifiesto del Primer Manifestado, Escabel, Oculto del Primer Manifestado, Puerta de ingreso a lo oculto del Primer Manifestado, esencia o centro de todo conocimiento manifestado. Dice el Sagrado Corán: Allah es la Luz de los cielos y de la tierra: El ejemplo de Su Luz es como el de un nicho en el que hay un pabilo, el pabilo está en una lámpara, la lámpara es como un astro reluciente que se enciende de un árbol bendito, un olivo que no es oriental ni occidental. Su aceite alumbra aun cuando no lo roce el fuego: ¡Luz sobre Luz! Allah guía hacia Su Luz a quien Él quiere, y Allah da ejemplos [de Sí Mismo] a la gente, siendo Allah Conocentísimo de todo (24:35) ¡Luz sobre Luz! La primera Luz mencionada es el Primer Manifestado, el Muhammad metafísico, y la segunda el Primer Arquetipo o Manifiesto, Alí (P).
-Una última pregunta: Ud. representa para nosotros, en cuanto al conocimiento, el nexo con la tradición imamita. A su vez, mediante su conocimiento del árabe accede al pensamiento de otros maestros del Islam que se expresan a través de la web ¿Enuncia alguno de ellos la idea del “vínculo”?
-¿Ud. cree que muchos hablan de los temas que yo planteo? Y si no lo presentan ¿cómo cree que pueden expresar las mismas conclusiones? El conocimiento que imparto no proviene del mismo modo que en otros, como ud. parece suponer en esta pregunta, sino que proviene de una fuente sutil que podría confundir a los que desean conocer, si lo supieran. Y por eso es que no necesito mencionar nada al respecto, sino plantear el conocimiento tal como lo recibo, para que los intelectos que lo alcancen lo conozcan, más aún lo disfruten. No fue mi decisión hacer esto, sino la modalidad de la fuente sutil que siempre se manifestó de ese modo a los maestros. Después de veinte años o más creo que ha tenido suficientes evidencias de la realidad y pureza del conocimiento que canalizo, y no digo que creo, porque su creación no me pertenece. El sabio que más coincide con nuestra enseñanza, y que yo admiro, es sin duda Mohieddin Ibn Arabi, y entre los imamitas varios de los eminentes filósofos islámicos, como Maula Sadra. Pero si alguien prioriza la filosofía occidental como árbitro del conocimiento verdadero está en el error. Esta filosofía ha llegado hoy al fracaso, y no tiene fuerza ni para rectificar las maldades de occidente. Hoy debemos volver reiteradamente a Sócrates, Platón y Aristóteles, nada más, y es demasiado. Por último, no pretendo que la gente se convenza, solamente cumplo con mi función respecto del Profeta (BPDyC), y hablo lo que él me inspira. Aunque no espero que todos me entiendan.