Entre las excelencias de la conducta de la señora de las mujeres (P) está su dedicación total a Allah el Altísimo. Se refugió en Él y confió todos sus asuntos a Él,lo cual se destacó en su adoración. El Imam Hasan (P) comentó su profunda fe en Allah el Altísimo, diciendo:

«Vi a mi madre, Fátima Azzahrá (P), en su lugar de oración, una noche. Permaneció inclinándose y postrándose hasta el despuntar de la mañana. Yo, la oí haciendo súplicas por los creyentes y las creyentes, mencionando el nombre de cada uno de ellos, y suplicando mucho por ellos. No hacía súplica para sí misma. Le pregunté: «Madre, por que no hace súplica para ti misma?» Respondió: «Hijo, primero el vecino, después la gente » Se relató: «No había entre la comunidad una persona más devota que Fátima Azzahrá (P), solía permanecer en oración hasta hincharse de sus pies. La hija del Mensajero de Allah pasaba la noche en vigilia, adorando al servicio divino.