Historia del Pensamiento Universal
Hasan Gómez: Los filósofos fisistas griegos consideraron, cada uno a su tiempo, como arké, o principio de las cosas, al agua, a la tierra, al aire y al fuego ¿Por qué estando tan próximos a las tradiciones orientales, pensaron en una esencia material?
Sheij Alí Al-Husainí: Por haberse encerrado en la esfera de la Creación, de lo fenoménico, del espacio-tiempo. Creían en que lo cosmológico es todo el ser, y que todo se acaba con ello, idea que, también, está presente en muchas concepciones antiguas, como por ejemplo en el Judaísmo antiguo. Pero hay otro grupo de filósofos griegos, aún más antiguos, que no siguió ese criterio, como por ejemplo Pitágoras, quien concibe el número como substancia de la realidad, es decir un elemento sutil, lo que da más pie al pensamiento platónico que los fisistas que sucedieron a Pitágoras.
Hasan Gómez: ¿Qué me puede decir acerca de la Tabla de Esmeralda, atribuida a Hermes Trismegistos, que contiene la siguiente frase: “lo que está arriba es como lo que está abajo”? ¿Que significado tiene?
Sheij Alí Al-Husainí: Es muy similar a lo que estuvimos exponiendo sobre los arquetipos metafísicos, aunque esa frase ha sido interpretada de manera muy disímil. Los “ocultistas” de esta época, especialmente, han propuesto muchas teorías al respecto, que resultan ridículas, como las que hacen referencia a los extraterrestres, o a las sombras que aparecen desde otras dimensiones, o las relacionadas con el mundo de los muertos. Pero, la Tabla Esmeraldina, si Ud. quiere pensar más metafísicamente, de acuerdo a las tradiciones más primigenias, es la “Tabla de la Realidad” [se la llama en el Sagrado Corán la “Tabla Resguardada”]. En ella está escrito todo lo que hay y habrá. Es aquello que se manifiesta desde lo Oculto, su parte de realidad manifestada y creada a la cual tenemos acceso, sea sensible o suprasensible. Se ha aplicado el símbolo de la Tabla Esmeraldina, en una idea más asequible, al sostener que la naturaleza está escrita en cifras o en números, en el sentido de que hay una estructura armónica, permanente, lógica, coherente, íntimamente imbricada, que constituye el fundamento del cosmos, y a la que se puede acceder matemáticamente. Y ello es cierto, pues la propia ciencia lo ha demostrado, aún cuando hayan surgido en el siglo XX teorías muy particulares, como la de Einstein, que contradicen otras más antiguas, como la de Newton, aunque aún así todo ello queda en el ámbito de las matemáticas. La matemática demostró la total coherencia y armonía que existe en el cosmos.
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