Jabír Informadísimo

El sustantivo Jabír es un intensivo de la raíz verbal jábara que significa “informar”, “dar noticia”, y también “recibir información”. Se usa además para calificar a la persona hábil o diestra en algún asunto, al “experto”, quien tiene un conocimiento exhaustivo de algo.

El Sagrado Corán dice frecuentemente: Por cierto que Allah está Informadísimo de lo que hacéis (4:94), pero mayormente Jabír, o Informadísimo, aparece como complemento para reforzar otras expresiones antecedentes, por ejemplo: ¡Los que sois creyentes! ¡Sed denodados ante Allah, testigos de la equidad! Y que el aborrecimiento a una gente no os compela a no ser justos: ¡Haced justicia, ello es más próximo a la virtud! Y temed a Allah, sin duda que Allah está Informadísimo de cuanto hacéis (5:8) También suele aparecer con referencia al Día Final: El Día de la Resurrección serán acollarados con lo que avariciaron. Y a Allah pertenece la heredad de los cielos y de la tierra, y Allah es Informadísimo de cuanto vosotros realizáis (3:180) Es menos frecuente su mención con respecto a la Creación, aunque dice: Y Él es Quien creó los cielos y la tierra en verdad, y el Día en que diga “¡Sea!”, será. Su Dicho es realidad, y Suyo es el Poder el Día en que sea tañida la Trompeta. Conocedor de lo Oculto y de lo Manifestado, Él es Sapientísimo, Informadísimo (6:73). En cuanto a los simples creyentes el Sagrado Corán vincula el nombre divino Jabír, Informadisimo, con las faltas que cometen las personas y su respectiva sanción: Pero si Allah te hiciera adolecer un sufrimiento no habrá nadie que te lo quite excepto Él, y si te hiciera percibir un bien, es pues Él Todopoderoso. Y Él es Imponente por encima de Sus siervos, siendo Él Sapientísimo, Informadísimo (6:17)

El Profeta Muhammad (BPDyC) conocía secretos de la vida cotidiana. Se cuenta que cuando confió un asunto en secreto a una de sus esposas, llamada  Hafzha, y ella lo divulgó, Allah se lo hizo saber:  Cuando él le informó a ella de esto, dándole a conocer parte de ello y omitiendo parte, ella dijo: «¿Quién te informó de eso?» él dijo: «Me informó Quien todo lo conoce, el Bien informado» (66:3). Se cuenta en Perlas esparcidas que un compañero del Profeta (BPDyC), llamado Uábisah, narró: “Fui a lo del Mensajero de Allah (BPDyC), pretendiendo no omitir nada que se refiera a la bondad (al-birr) y a la maldad (al-izm), sin dejar de preguntárselo. Y él me dijo: ‘¡Uábisah! ¿Te informaré yo sobre qué es lo que has venido a preguntar, o bien tú lo preguntarás?’ Respondí: “‘¡Mensajero de Allah!, infórmame tú’. Dijo: ‘Viniste a preguntar por la bondad y la maldad’. Luego el Profeta (BPDyC) juntó tres dedos, comenzando a golpetear con ellos sobre mi pecho, diciendo: ‘¡Uábisah! ¡Consulta a tu corazón, consulta a tu alma!: La bondad es en lo que el corazón y el alma reposan y se aseguran, y la maldad es lo que perturba el corazón, y se revuelve en el pecho, aún cuando la gente te pida consulta (seas sabio), o responda a tu consulta’” (T, V, p. 190)

También dijo el Profeta (BPDyC):“Si vosotros supiérais lo que yo conozco, seguramente reiríais poco, y lloraríais mucho”. Y se cuenta en Sahíh Múslim sobre los que traicionaron al Profeta pero sin mencionar sus nombre: “Preguntamos a ‘Ammár: ‘¿Consideras que vuestras luchas [entre los compañeros del Profeta] fueron por opiniones que sostuvisteis -porque la opinión puede errar o ser certera-, o fue por una encargo que os hizo el Mensajero de Allah (BPD)?’ Respondió: ‘El Mensajero de Allah (BPDyC) no nos encomendó nada que no haya recomendado a la gente toda, sino que el Mensajero de Allah (BPD) dijo: ‘Por cierto que en mi comunidad hay doce hipócritas que no penetrarán en el Paraíso ni olerán su aroma hasta que un camello penetre en el ojo de una aguja, y con ocho os basta como desgracia. Una centella de fuego infernal surgirá desde sus hombros hasta brotar chispeante por sus pechos [como castigo]’”

Por último, como ejemplo del conocimiento del Profeta (BPD) acerca del más allá: Ibn Al-Munkadir narró: “Oí a Yabir Ibn Abdallah Al-Ansari decir: Cuándo fue muerto mi padre me puse a llorar y a destapar su rostro [para verlo] y los Compañeros del Mensajero de Allah comenzaron a impedírmelo, pero el Profeta (BPD) no me lo vedaba. Dijo entonces el Profeta: `No llores por él  ya que los ángeles no cesaron de cubrirlo con sus alas hasta que fue elevado’» Había muerto como mártir.

© Textos del Sheij Alí Al-Husainí recopilados por Aiman Fradkin y Hasan Gomez, editados por Bashir Gomez

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