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Jesús no fue crucificado – Sexta y última parte

Ver 5° Parte

La interpretación del Sagrado Corán sobre el secreto de Jesús

Dice el Sagrado Corán en la sura (capítulo) cuarta:

  1. La gente de la Escritura [judíos] te piden [Profeta] que hagas descender una Escritura del cielo para ellos [de una sola vez y ya escrita, como las Tablas de la Ley], aunque ellos ya habían pedido a Moisés algo mayor a esto, diciendo: “¡Haznos ver a Allah de manera visible!”, entonces los arrebató el rayo fulminante debido a su iniquidad. Luego adoptaron el becerro [como divinidad], después de haberles llegado las evidencias [de la Realidad divina], pero Nosotros disculpamos esto. Y dimos a Moisés un poder manifiesto [al punto de obedecerle si les mandaba matarse].
  2. Y elevamos el Monte por encima de ellos debido a su pacto [para que teman quebrarlo], y les ordenamos: “¡Penetrad humildemente por la puerta [de Jericó]!”, y les ordenamos: “¡No violéis el sábado [pescando]!”, y les tomamos una alianza gravísima.
  3. Y por haber violado su pacto, y su rechazo de los Signos de Allah [las evidencias de los Profetas], y haber asesinado a los Profetas sin justicia alguna, y decir: “Nuestros corazones están encubiertos [para la Verdad]”, aunque Allah [negándoles su Benevolencia] es Quien se los selló debido a la impiedad de ellos, pues no creen más que escasamente,
  4. y por rechazar [a Jesús], y su afirmación de un gran embuste acerca de María [de que procreó a Jesús en el pecado],
  5. y su afirmación [jactándose contra Allah y Sus Profetas]: “¡Nosotros sin duda asesinamos al Mesías, Jesús hijo de María, Mensajero de Allah!”, empero no le mataron, ni le crucificaron, sino que se les simuló [hacerlo] Y así los que discrepan a su respecto [judíos y cristianos] están realmente en la incertidumbre acerca de él [sosteniendo múltiples conjeturas]: No tienen a su respecto ningún conocimiento, siguiendo en cambio la opinión [caprichosa de sus tendencias] Empero no le han matado ciertamente,
  6. sino que Allah lo elevó hacia Sí [a uno de Sus cielos], siendo Allah Poderosísimo [sin constreñir en contra de la razón], Sapientísimo [de lo que determina].
  7. Y de la gente de Escritura [cristianos y judíos] nadie se exceptuará de creer necesariamente en él [Jesús, cuando reaparezca], antes de su muerte [la del escriturario, o bien la de Jesús cuando resurja], y el Día de la Resurrección será testigo en contra de ellos [de todo lo que se mencionó antes sobre sus maldades].
  8. Así pues, debido a la iniquidad de quienes son judíos, les prohibimos algunos beneficios que se les habían permitido, y por su desvío extremo [de otros y de ellos mismos] del Sendero de Allah,
  9. 161. y por su aceptación de la usura, cuando les había sido prohibida, y por engullir la riqueza de la gente fraudulentamente: Hemos, pues, dispuesto para los impíos de ellos un castigo penosísimo.
  10. En cambio, a los enjundiosos en el conocimiento de entre ellos [obedientes de los mandatos divinos y reverentes de los Profetas], y a los creyentes [los que siguieron al Profeta entre los judíos de Medina], que creen en lo que te fue revelado [el Sagrado Corán], y lo que fue revelado antes que a ti, y los que elevan la oración, y los que ofrecen la contribución [de bienes], y los que creen en Allah y el Día Final [la recompensa y el castigo]: A tales ya les otorgaremos una recompensa extraordinaria [por su fe y sus obras, no por su religión o raza].

 

La Gente del Libro según el Islam

“Los del Libro”, o “la gente del Libro”, o “de la Escritura”, son tanto judíos como cristianos, en cuanto ambos aceptan la “Biblia” como fundamento de su fe, palabra esta que significa “Libro”. La discrepancia entre ellos es respecto a la interpretación de esa fuente fundamental, y en admitir algunos textos y rechazar otros, y los cristianos, en especial, en admitir los Evangelios como parte de la “Biblia”.

         En general los libros que componen la Biblia no son impecables, por lo que la aceptación de unos y el rechazo de otros también resulta algo caprichoso. Sin embargo esto no impide a judíos y cristianos, sobre todo a los protestantes, sostener que ellos tienen los mejores y más auténticos testimonios, que fundan la fe más cierta, y suponen que los únicos testimonios de la verdad revelada los poseen ellos, a pesar de las evidencias en contra.

         Dice el Sagrado Corán: Di [Profeta]: “¡Gente de la Escritura!, convengamos entre nosotros y vosotros en una misma expresión: Que no adoraremos más que a Allah, ni asociaremos a El nada, ni nos tomaremos unos a otros como señores en lugar de Allah”. Pero si ellos se rehusaran, declarad [vosotros musulmanes]: “¡Testimoniad que nosotros somos en verdad musulmanes [sometidos a Allah sin intermediaciones ni desigualdades]!” (3:64) Tal es la distinción entre nosotros y ellos: Que no adoraremos más que Allah y no al dinero, no al pueblo, que no unos a otros como esclavos.

Los errores de la gente del Libro

Por haber violado su pacto, y su rechazo de los Signos de Allah [las evidencias de los Profetas], y haber asesinado a los Profetas sin justicia alguna, y decir:Nuestros corazones están encubiertos para la Verdad”, aunque Allah [negándoles su Benevolencia] es Quien se los selló debido a la impiedad de ellos, pues no creen más que escasamente. Así define el Sagrado Corán la ceguera del corazón en que cayeron la llamada “gente del Libro”, una ceguera que no les permite comprender la Verdad. La palabra encubiertos tiene en el versículo dos sentidos, la incapacidad de comprender la Verdad, pues le decían al Profeta (BPDyC): “Nosotros no te entendemos, no sabemos de qué estás hablando”, como el sentido contrario, pretender una falsa capacidad, superior aún a la del Profeta (BPDyC), para entender la Revelación. Y dicen las mismas palabras que los idólatras de ese momento: Nuestros corazones están tapados respecto a lo que tú nos convocas (41:5). Pero Allah es Quien selló sus corazones para la Verdad, lo cual significa que les impidió alcanzar la fe, porque ésta es la apertura del corazón hacia la Realidad, por haberse ellos obstinado en la maldad.

       Los judíos rechazaron a Jesús, y afirmaron un gran embuste acerca de María, con ambos sean la Bendición y la Paz. Esto se refiere a que dijeron de ella que tuvo a Jesús en el pecado, con un soldado romano. Por ese dicho de los judíos Jesús (P) habló apenas nacido, diciendo: Por cierto que soy el siervo de Allah, a quien El dio la Escritura y me hizo Profeta (19:30) Y dice el Sagrado Corán que cuando vieron a María (P) llegar con él en brazos le dijeron: ¡María!, ¡realmente has venido con algo abominable! ¡Hermana de Aarón!, ¡no fue tu padre un corrupto ni tu madre una libertina! (19:27-28) pensando que ella traía consigo el fruto de su pecado.

         En cuanto a la crucifixión, expresa: Empero no le mataron ni le crucificaron, distinguiendo así el asesinato de la crucifixión, quizás porque se refiere tanto a la historia de la crucifixión que conocemos sobre Jesús, con él sean la Bendición y la Paz, como a otras que narran que lo mataron de otro modo. Existen narraciones antiguas que relatan que lo tiraron por una cornisa, etc. Por otra parte el Sagrado Corán se puede referir al hecho de que no necesariamente el que es crucificado muere por esa causa, sino que lo deben matar en la cruz para que muera, ya que por la sola crucifixión tardaría mucho en expirar, y entonces le rompen las piernas, de tal manera que al quedar colgado sobre sus brazos y al estrecharse la caja toráxica, muere asfixiado.

         Pero no le han matado ciertamente (157), significa “concretamente”, pues en los hechos no lo mataron a él, sino que Allah lo elevó hacia Sí (158) Y sino que se les simuló [hacerlo] (157), significa que les pareció que estaban matando a Jesús (P) Esto puede interpretarse de varias maneras: Primero que alguien adquirió su fisonomía, como es muy aceptado por la tradición islámica, es decir, tomó su figura y fue crucificado en su lugar. Se dice que uno de sus seguidores se ofreció tres veces para estar en su lugar, y a la tercera Jesús, con él sean la Bendición y la Paz, aceptó eso, que para él resultaba muy penoso, ya que detestaba el sufrimiento de sus discípulos. Pero se trataba de una orden divina.

         En segundo lugar, no le han matado ciertamente puede interpretarse que hayan capturado a otro parecido a él, cualquiera de sus discípulos, y que lo mataron en su lugar, porque no conocían exactamente su fisonomía. En tercer lugar, que alguno de sus discípulos o seguidores se ofreció voluntariamente a morir en su lugar, sea que adquirió su fisonomía como hemos dicho, o que no la adquirió sino que se hizo pasar por él sin cambiar de fisonomía.

         En cualquier caso el hecho de que hayan matado a alguien con la intención de asesinar a Jesús (P), es como si lo hubiesen matado a él (P), y por eso el Sagrado Corán le da tanta importancia al asunto. El hecho en sí mismo es grave porque estaban intentando matar al Mesías, a quien habían esperado durante siglos, y quien les presentó las evidencias de su misión, pero lo rechazaron.

         Hubo, también, a través de la historia, varios casos de personas que pretendieron ser “mesías”, antes y después de la existencia de Jesús (P) y quizás algunos fueron igualmente asesinados. Pero el Sagrado Corán confirma la venida del verdadero Mesías, Jesús hijo de María, sin detallar, sin embargo, cuándo ni dónde apareció. El Sagrado Corán dice que Jesús es el signo del comienzo del fin de los tiempos (cfr. 43:61), y afirma también que él precede inmediatamente a Muhámmad (BPDyC), al decir: Y he aquí que Jesús hijo de María expresó: “¡Hijos de Israel!: Yo soy por cierto el Mensajero de Allah para vosotros, confirmante de lo que me precedió de la Torá [sus mandamientos y anuncios], y anunciador de un Mensajero que vendrá después de mí, cuyo nombre es Áhmad [Muhammad]” (61:6)

Sino que Allah lo elevó hacia Sí [a uno de sus cielos], siendo Allah Poderosísimo [para ello], Sapientísimo [de lo que determina], completando así la doctrina islámica sobre la desaparición de Jesús (P), que fue elevado en cuerpo y espíritu, sin fallecer en este mundo, ni separarse su cuerpo de su espíritu, porque el versículo no cita la muerte como condición de la elevación, sea la muerte natural o el asesinato. Del mismo modo fue elevado Elías (P) En otro versículo dice también: He aquí que Allah dijo: “¡Jesús!, Yo te he de tomar y elevarte hacia Mí, y te eximiré de los impíos (3:55) Entonces, Jesús (P) está vivo, tal cual era, y será vuelto al mundo tal cual es, o bien bajo la fisonomía que Allah Exaltado quiera hacerlo volver. Sobre ello existen numerosas tradiciones en el Islam.

         La causa de su desaparición, según la tradición islámica, se remite a protegerlo de los impíos, como vimos que dice el versículo anterior. Pero también creemos que se debe a su segunda venida, es decir que Jesús (P) no cumplió su misión completamente, que ésta tiene aún una segunda etapa, y que él va a volver al mundo como cierre de la época de prueba del Fin de los tiempos. El señala el principio del Fin de los Tiempos, y el cierre del mismo, como la venida del Profeta Muhámmad (BPDyC) y la revelación del Sagrado Corán constituyen la culminación o cúspide de nuestra época. Jesús (P) sería como la ladera inicial de la montaña, Muhámmad (BPDyC) como su cumbre, y Jesús vendría junto con Al-Mahdí (P) a poner fin a este período, y a hacer prevalecer la fe sobre el resto de las tradiciones, aún cuando esto deteste a los impíos, como dice el Sagrado Corán.

         No es necesario que Allah lo haya elevado sólo para protegerlo, habiéndolo protegido anteriormente, al separarlo de su pueblo durante seis o siete años, cuando quisieron matarlo. Dice el Sagrado Corán que Jesús y su madre fueron instalados en un promontorio, provisto de sosiego, de aguas manantes (23:50), en este mundo, antes de ser elevado, y así lo protegió de la persecución de los judíos. Luego de ese período fue elevado, y cuando el versículo que ya hemos citado dice: Yo te he de tomar y elevarte hacia Mí, y te eximiré de los impíos (3:55), “elevar” y “eximir” no son uno causa del otro.

Dice también el Sagrado Corán: Y de la gente de la Escritura [cristianos y judíos] nadie se exceptuará de creer necesariamente en él [Jesús] antes de su muerte [la del escriturario o bien la de Jesús cuando resurja] y el Día de la Resurrección será testigo en contra de ellos. Este versículo abarca en general a toda la Gente del Libro.    Que el Día de la Resurrección será testigo en contra de ellos, significa que lo será contra ambos grupos, no solamente contra los que dicen seguirlo, pero no se elimina, sin embargo, la distinción entre los dos grupos, cristianos y judíos.

El Sagrado Corán expresa: Y he aquí que Allah dijo: “¡Jesús!, Yo, por cierto, te he tomar y elevarte hacia Mí, y te he de purificar de los que son impíos [los que te rechazan], y he de poner a los que te sigan por encima de los que son impíos a ti [los judíos], hasta el Día de la Resurrección” (3:55) Los que son impíos a él son los judíos, y los que lo siguen son los cristianos, siendo él (P) testigo contra ambos grupos, aunque más severo con los judíos. Pero si se interpreta que los que lo siguen de verdad son los musulmanes, y que los que son impíos a él son tanto cristianos como judíos, entonces él será testigo contra ambos grupos por igual.

         El hecho de que Jesús sea testigo, como dice el versículo, tiene dos sentidos: Cada uno de los Profetas, con ellos sea la Paz, es testigo de su comunidad en este mundo, y testigo de ella en el otro, así como Muhámmad (BPDyC) lo es de todos los Profetas, con ellos sea la Paz, y de todas las comunidades a través de ellos. Pero no quiere decir que Allah deja de ser Testigo cuando existe un Profeta. Afirma el Sagrado Corán que Jesús (P) dirá: Y yo fui testigo de ellos mientras permanecí entre ellos, pero cuando Tú me tomaste, Tú fuiste su Vigilante, siendo Tú Testigo de todas las cosas (3:117) Allah es Testigo permanentemente, de aquí que el versículo diga que es Vigilante (al-Raqíb) y Testigo (al-Shahíd), lo primero respecto de las creencias o doctrinas transmitida por los Profetas (P), y lo último respecto de los actos.

Tradiciones islámicas sobre Jesús

En cuanto a las tradiciones, el versículo que dice: Y por rechazar [a Jesús], y su afirmación de un gran embuste acerca de María [de que procreó a Jesús en el pecado] (156), se transmite del Imam Yá`far Al-Sádiq (P) lo siguiente: “¿Es que no endilgan a María Bint Imrán, de haber quedado encinta de un niño de un hombre carpintero llamado José?” (T, V, p. 143) Una de la versiones posibles que la tradición oral judía transmite, registrada quizás en el Talmud, dice que José el carpintero fue el padre de Jesús (BP), y no hace mucho una película hecha en Israel también daba la misma versión.

         En otra tradición respecto del versículo que dice: Y de la gente de la Escritura [cristianos y judíos] nadie se exceptuará de creer necesariamente en él antes de su muerte (159) narra un seguidor de los Imames, con ellos sea la Paz, que Al-Hayyay, un gobernante enemigo de aquéllos, le dijo cierta vez: “Existe un versículo en el Libro de Allah que me desconcierta”. Le pregunté, cuenta el otro: “¡Emir!, ¿qué versículo es?” Respondió: “El dicho divino: Y de la gente de la Escritura nadie se exceptuará de creer necesariamente en él antes de su muerte”, y continuó diciendo el Emir: “¡Por Allah! yo realmente ordeno ejecutar al judío o al cristiano, y lo ajustician, y luego observo bien, pero no veo que mueva sus labios hasta que se extingue”, o sea no ve que reconoce de palabra a Jesús. Respondí: “¡Allah te perfeccione Emir!, esto no es como tú lo interpretas”. Preguntó: “¿Cómo es?” Respondí: “Jesús descenderá al mundo antes del Día de la Resurrección, y no quedará nadie de la doctrina judía u otro que no crea en él antes de su muerte [la de Jesús], y él rezará detrás de Al-Mahdí (P)”. Respondió el Emir: “¡Ea!, ¿de dónde sacas esto?, ¿dónde lo fundas?” Respondí: “Me lo contó Muhámmad Ibn Ali Ibn Al-Husein [el Imam Al-Báqir (P)]”. Exclamó “¡Por Allah que lo has traído de una fuente pura!” (T, V, p. 143)

         En Perlas esparcidas se trae la misma tradición que hemos leído, con algunas modificaciones, y el siguiente agregado: “…Cuando al cristiano le es quitado el espíritu los ángeles [de la muerte] le golpean de frente y dorso, diciéndole: ‘¡Hete aquí, perverso!, el Mesías de quien tú presumías que era Dios, o hijo de Dios, o un tercero en una trinidad, es siervo de Allah, su Espíritu y su Palabra’ Entonces el cristiano creerá en ese momento cuando no lo beneficie su fe. Y cuando al judío le es quitada el alma, los ángeles le golpean de frente y dorso, y le dicen: ‘¡Hete aquí, perverso!, el Mesías que tu presumías haber matado es el siervo de Allah y su Espíritu’, y entonces el judío creerá en él cuando ya no lo beneficie su fe. Y cuando sea el descenso de Jesús los que estén vivos de ellos [judíos y cristianos], creerán en él como ya creyeron los que estén muertos”. Y la tradición agrega, después de nombrar al Imam Muhámmad Al-Báqir (P): “¡Por Allah!, no me lo había contado sino Ummu Sálamah [una de las esposas del Profeta (BPDyC)], pero yo [el narrador] deseé encolerizar al Emir [enemigo de los Imames (P)]”, es decir le contó que se lo había dicho un Imam, para ponerlo furioso, porque era un gran enemigo de ellos, y perseguía a sus partidarios (T, V, pp. 143-144)

         Y también en Perlas esparcidas se narra que el Profeta (BPDyC) expresó: “¿Qué será de vosotros [musulmanes] cuando descienda entre vosotros el hijo de María, y el Imam [de ese momento] sea de los vuestros?”, es decir Al-Mahdí (P) (T, V, p. 144) Y en la misma fuente, Perlas esparcidas, se trae el dicho del Profeta (BPDyC): “Poco falta para que el hijo de María descienda entre vosotros como juez equitativo, matará a Al-Dayyal [el falso mesías o anticristo], eliminará el cerdo, romperá la cruz, derogará la capitación [impuesto islámico sobre los no-musulmanes], percibirá la riqueza [centralizará la riqueza], y la prosternación será una sola para Allah, Señor de los seres [idéntica para todos los seres, la oración islámica] Recitad entonces, si es que lo queréis: Y de la gente de la Escritura nadie se exceptuará de creer necesariamente en él antes de su muerte [la de Jesús] y el Día de la Resurrección será testigo en contra de ellos (T, V, p. 144)

         En Tafsír Al-Aiiáshi sobre el mismo versículo 159, …creer necesariamente en él antes de su muerte y el Día de la Resurrección será testigo en contra de ellos, Yá`far Al-Sádiq (P) expresó: “Es el Mensajero de Allah (BPDyC)” (Id.) Es decir, el testigo del Día de la Resurrección en realidad no es Jesús (P) sino Muhámmad (BPDyC) Esto se debe a que si en la tumba el cristiano y el judío reciben la verificación de que Jesús (P) es el Mesías y un siervo de Allah, que no es “Dios”, ni “hijo de Dios”, ni una persona de la “trinidad”, ni fue matado por los perversos, con más razón deberá recibir ese fallecido la verificación de que Muhámmad (BPDyC) es el Mensajero de Allah, el Profeta anunciado por Jesús (P) Pues toda la Revelación anterior al Sagrado Corán quedó abolida, y el Mensaje del Sagrado Corán es para todos los seres, y todos deben conocerlo en vida, o en el momento de su muerte. Ahora bien, el Día de la Resurrección o del Juicio la función de testigo universal, como sabemos por otras tradiciones, pertenece exclusivamente al Profeta Muhámmad (BPDyC), aún cuando el resto de los Profetas, con ellos sea la Paz, sean testigos parciales de sus propias comunidades. Pero Jesús (P) lo será de los cristianos y judíos, y en el caso de estos últimos, de los que existieron a partir de su primera venida. Es decir, en tanto Jesús (BP) se dirigió a los judíos, todos los judíos que han existido desde su primera venida deberán responder sobre su veracidad o falsedad.

         De la misma fuente Al-Aiiáshi, se cuenta que el Imam Yá`far Al-Sádiq (P) expresó sobre que Muhámmad (BPDyC) será testigo: “La fe de la gente de la Escritura tiene como condición solamente a Muhámmad (BPDyC)” (T, V, p. 145), es decir valdrá por lo que sostengan respecto de Muhámmad (BPDyC) Esto es lógico, porque si Allah lo envió como el último de los Profetas y Mensajeros (BPDyC) no fue por juego, y en tanto un cristiano o un judío conozca su existencia (comenzando por los árabes cristianos y judíos, siguiendo por los europeos que estuvieron tanto en contacto con el Islam, y finalmente por los americanos) deberá responder de ello. Quizás muchos indígenas de América, nominalmente cristianos, pero no embebidos en el error de sus tradiciones antiguas, quizás sean los únicos que no conocen a Muhámmad (BPDyC), y esto raramente, porque hoy se está difundiendo el Islam por todo el mundo. Entonces, si Allah no juega con la humanidad, y le envió al último Mensajero (BPDyC) y al último Mensaje, el Sagrado Corán, deberá cada uno rendir cuenta sobre esto .

         Y en la misma fuente Al-Aiiáshi se cuenta que Yábir Ibn Abdallah Al-Ansári, con él sea la Complacencia de Allah, transmitió sobre el mismo tema, de parte del Imam Muhámmad Al-Báqir (P), lo siguiente: “Nadie, de ninguna de las religiones, morirá sin ver al Mensajero de Allah (BPDyC) y al Emir de los creyentes [Alí (P)] verazmente, sea de los primero o de los últimos” (Id.), es decir de cualquier época. Esta es una tradición complementaria a la interpretación del versículo 159, al que sigue puntualmente, porque el versículo se refiere a los judíos y a los cristianos y no a todas las religiones. Tampoco se extrae claramente del versículo que el muerto vea a Muhámmad y a Alí, con ellos sean la Bendición y la Paz. En realidad, los musulmanes a la hora de su muerte, y antes de que sean sentenciados en la tumba por los ángeles Múnkir y Nakír, deberán responder a qué Imam siguieron. Y el Imam al que se siga debe estar vivo, según sostenemos nosotros. Pero el único Imam vivo por excelencia en nuestra época es Al-Mahdí, Sáhib Al-Zamán (BP)

         Y en la misma fuente se dice que un discípulo de Yá`far Al-Sádiq (P) narró: “Pregunté a Abu Abdallah [un apelativo del Imam Yá`far Al-Sádiq (P)] acerca del versículo: Y de la gente de la Escritura nadie se exceptuará de creer necesariamente en él [en Jesús]… y el Día de la Resurrección será testigo en contra de ellos… y respondió: ‘Fue revelado especialmente para nosotros [los Imames, con ellos sea la Paz] Ningún descendiente de Fátima, con ella sea la Paz, muere, ni sale de este mundo, antes de conocer el Imamato del Imam [de ese momento], así como la Descendencia de Jacob reconoció a José diciendo: ¡Por Allah!, Allah te ha preferido a nosotros [12:91]’” (Id.) Esta es una tradición transmitida por una sola persona, sin apoyo en otros transmisores, y no puede ser considerada muy relacionada con el versículo en sí. Pero de todos modos, es verdad que la Descendencia del Profeta (BPDyC) son más responsables que el resto de los musulmanes de reconocer al Imam de cada época. Me refiero a los descendientes biológicos de Alí y Fátima, llamados fatimitas, alauitas, o alidas. Muhámmad es el único Profeta (BPDyC) que tiene actualmente descendientes, y todos ellos deberán responder, más que el resto de los musulmanes, si reconocieron al Imam, que es también el jefe de su familia. 

Tradiciones sobre la crucifixión

En Mujtásar Ibn Kazír (MIK) se citan varias tradiciones acerca de la crucifixión. En una de ellas, de la que nosotros salteamos algunos párrafos, dice textualmente: “…Cuando Allah hizo surgir a Jesús hijo de María, con ambos sean la Bendición y la Paz, con las evidencias y la guía, lo envidiaron [los judíos] debido a lo que Allah Exaltado le había concedido de la Profecía y los milagros extraordinarios, (…) y se esforzaron por perjudicarlo en todo lo que pudieran. Hasta el punto de que Jesús (P) no pudo por temor ya morar con ellos en ningún lugar sino que multiplicó sus traslados o viajes que hacía con su madre [Allah le había ordenado que se ocultara por las noches para no ser muerto] Pero esto no conformó a los judíos, y se empeñaron ante el monarca de Siria de esa época, un hombre idólatra, adorador de los astros,… diciéndole que en Jerusalén había un hombre que sublevaba a la gente y la corrompía, y perjudicaba al soberano y a su gobierno…”. Y más adelante dice: “El gobernador de Jerusalén acató esto [la orden que le mandó el soberano de capturar y matar a Jesús], y con una partida de judíos salió hacia la casa donde éste estaba con el conjunto de doce o trece seguidores, o bien se dice que eran 17, siendo el día viernes pasada la tarde, la noche del sábado… Pero cuando Jesús (P) se dio cuenta de ellos, y percibió que no había escapatoria de que lo encontraran, ni de que él los recibiera, preguntó a sus seguidores: ‘¿Quién de vosotros recibirá mi fisonomía y será mi compañero en el Paraíso?’ Y un joven de entre ellos se ofreció para esto, pero fue como si Jesús (P) lo desechara. Y repitió la pregunta dos y tres veces, pero cada vez sólo se ofrecía aquel joven. Entonces Jesús (P) exclamó: ‘Tú eres’ Allah lo convirtió, pues, a la fisonomía de Jesús, hasta que se hizo como él, y fue abierto un tragaluz en el techo de la morada, dominó a Jesús (P) el letargo del sueño, y fue ascendido al cielo en ese estado por el tragaluz. Como Allah Exaltado relató: He aquí que Allah dijo: ‘¡Jesús!, Yo por cierto te tomaré y te elevaré hacia Mí.’ [3:55] Y cuando fue elevado, salieron [es decir se dispersaron] tales personas [sus seguidores], y cuando aquéllos [que los perseguían] vieron al joven, creyeron que era Jesús (P), lo capturaron por la noche, y lo crucificaron, poniendo un espino en su cabeza. Los judíos manifestaron entonces que concretaron su crucifixión, se regocijaron y alardearon de ello, y varios grupos de cristianos aceptaron esa versión, debido a su ignorancia y poco entendimiento. Los que estuvieron en la morada con el Mesías (P) no retornaron, debido a que lo habían visto elevarse, pero el resto de los cristianos supusieron, como los judíos, que el crucificado era el Mesías hijo de María (P) (…) Allah Exaltado expresa, siendo Él el más veraz de los dicentes: Empero no le mataron ni le crucificaron, sino que se les simuló [hacerlo] [4:157], es decir vieron su fisonomía y creyeron que era él, por eso también Allah dice: Y así los que discrepan a su respecto están realmente en la incertidumbre acerca de él, sosteniendo múltiples conjeturas, no teniendo acerca suya ningún conocimiento, siguiendo en cambio la opinión caprichosa de sus tendencias. [Id.] Significa esto que quien de los judíos pretenda haberlo asesinado, y quienes de los cristianos ignorantes acepten su versión, todos ellos están en la incertidumbre a su respecto, en la perplejidad y el desvío. Y por eso Allah expresa lo siguiente: Empero no le han matado ciertamente, sino que Allah lo elevó hacia Sí [a uno de sus cielos], siendo Allah Poderosísimo [para ello, sin constreñir en contra de la razón], Sapientísimo [de lo que determina] [4:157-158]” (MIK, I, pp. 455-456)

         Extraemos de aquí una gran enseñanza, sobre que en el Islam lo más importante es que los Profetas de Allah (P) no pueden ser vencidos. No se los puede matar hasta que Allah lo permita, y cuando lo permite es para condenar a un pueblo. Así fueron asesinados muchos de los Profetas por el pueblo judío, y antes por Israel, pero solamente para cargar en el registro de ese pueblo mayor condena. Allah y Sus Profetas son siempre los vencedores, a través de los creyentes cuando los Profetas (P) no están presentes. Por lo tanto a Jesús, el hijo de María, quisieron asesinarlo la casta de los sacerdotes corruptos y sus seguidores fanáticos, como hasta hoy asesinan en Palestina, pero no lo lograron, porque Allah es el mejor tramador de los que traman. Los entrampó, y creyendo ellos que habían vencido a Jesús (BP), Allah hizo que su doctrina, su persona, su nombre, su recuerdo, perdurara por siempre jamás. Tal es la victoria de Allah sobre los impíos.   Recordemos que el que acepta hasta hoy que Jesús (P) fue asesinado, que era un falsario, que era hijo del adulterio o la fornicación, que era un demente, o cosas por el estilo, equivale a quien cometió el acto de rechazarlo, de perseguirlo e intentar matarlo, no interesa cuanto tiempo haya transcurrido. La doctrina del Islam es que aquél que aprueba un acto es como el que lo comete.

Entre las tradiciones de la crucifixión se cuenta de Ibn Abbás lo siguiente: “Cuando Allah quiso elevar a Jesús (P) al cielo, éste estaba en una casa con sus seguidores, doce de los apóstoles, apareciendo él entre ellos mientras de su cabeza goteaba como agua. Dijo: ‘Uno de vosotros me negará 12 veces después de haber creído en mí’ Y preguntó: ‘¿quién de vosotros asumirá mi fisonomía, y será muerto en lugar mío, y estará conmigo en mi categoría [del más allá]?’ Se levantó entonces un muchacho, el más joven de ellos, y él le ordenó: ‘¡Siéntate!’ Luego volvió a repetir lo mismo, y se levantó aquel muchacho ordenándole él que se sentara. Y por tercera vez sucedió lo mismo, y entonces él (P) exclamó: ‘¡Tú eres ese!’ Le fue impuesta la fisonomía de Jesús (P), y éste fue elevado por un tragaluz desde la casa hacia el cielo. Y vinieron los agentes de los judíos, se llevaron la apariencia y lo mataron, luego lo crucificaron. Algunos [de los seguidores] lo negaron 12 veces después de haber creído en él, y se dividieron en tres sectores, sosteniendo uno de ellos: ‘Dios estuvo entre nosotros cuanto quiso, y luego se elevó al cielo’ Tales son los jacobitas. Y otro sector sostuvo: ‘Estuvo entre nosotros el hijo de Dios cuanto quiso, pero luego Dios lo elevó hacia Sí’ Tales son los nestorianos. Y otro sector afirmó: ‘Estuvo entre nosotros el siervo de Dios y Su Mensajero, tanto como Allah quiso, luego Allah lo elevó hacia Sí’ Tales son los musulmanes [en época de Jesús (P)] Pero las dos impiedades anteriores se impusieron sobre la musulmana, y la eliminaron matándolos. Por lo cual, el Islam permaneció soterrado hasta que Allah hizo surgir a Muhámmad (BPDyC)” (MIK, I, p. 456)

         En otra tradición que citaremos parcialmente dice que Ibn Is-haq relató: “…Cuando [los judíos] se decidieron a ello [a matar a Jesús (P)], ningún siervo de Allah se espantó tanto de la muerte como él… sin dejar de suplicar que se lo eximiera, diciendo según relatan: ‘¡Allahumma! Si Tú eximes este cáliz de alguien de Tus criaturas, ¡apártalo de mí!’ Y hasta el punto de que su piel debido a tal calamidad exudaba sangre… Y los cristianos lo negaron, cuando confirman que Jesús (P) fue crucificado, y niegan lo que de su noticia trajo consigo Muhámmad (BPDyC)” (MIK, I, pp. 456-457)

         De las tradiciones citadas se deducen ciertas creencias islámicas sobre la desaparición de Jesús (P): 1) Que no fue muerto ni crucificado. 2) Que fue elevado y permanece hasta hoy vivo, sin haber muerto, en un plano superior o “cielo”, 3) Que la causa de su actual existencia es que volverá a este mundo a completar una segunda etapa de su misión antes del Día de la Resurrección, como lo indican las numerosas tradiciones coincidentes. 4) Que su retorno a este mundo será con la aparición de Al-Mahdí (P), que rezará ante la Ká`bah detrás de este, reconociendo su autoridad, y que: a) matará al falso mesías o anticristo (al-masih al-Dayyal); b) eliminará el crucifijo; c) eliminará al cerdo; d) abolirá la capitación. 5) No aceptará de sus seguidores ni de los judíos otra fe que el Islam, e impondrá junto a Al-Mahdí (P) la Sharí`ah o ley islámica en toda la tierra. En ese momento creerán en él todos los judíos y cristianos, en tanto les estaba prometida la aparición del Mesías (P) 6) Gobernará Siria-Palestina, fallecerá finalmente y será sepultado. Su desaparición física es presumiblemente posterior a la de Al-Mahdí (P) 7) Su época y la de Al-Mahdí (P) será de bienestar total, y la riqueza y las condiciones de la vida material serán holgadísimas, hasta el punto que la riqueza circulará aunque nadie la acepte por no necesitarla (Cfr. MIK, I, 458) 

Tradiciones sobre el fin de los tiempos

Aparte de lo ya citado, existen otras tradiciones sobre Jesús (P) que citaremos parcialmente: “…Descenderá en Al-Rauhá [una localidad de Siria], y desde allí peregrinará [a la Ká`bah], o irá en visitación, o ambas cosas a la vez” (MIK, I, 458)

         Dice otra tradición del Profeta (BPDyC): “Los Profetas son hermanos, por causa de que si bien sus madres son diversas, la fe de ellos es única. Yo tengo prelación sobre el resto de la humanidad respecto de Jesús (P) hijo de María (P), porque no hubo Profeta entre yo y él, y él está por descender. Si vosotros lo veis reconocedlo: Es un hombre de talla mediana, más cercano a [la tez] rosada y blanca, con dos vestiduras rojizas, y como si su cabeza goteara sin que tenga humedad… Convocará a la humanidad hacia el Islam, y Allah eliminará en su época toda doctrina… En su época Allah aniquilará al falso mesías (al-Dayyal) Luego la confianza y seguridad sobrevendrá en la tierra, hasta el punto de que los leones apacentarán con los camellos, los tigres con las vacas, los lobos con los corderos. Los niños jugarán con las víboras, sin que los perjudiquen. El [Jesús (P)] permanecerá 40 años y luego fallecerá, y los musulmanes rezarán sobre él” (MIK, I, 459)

         En otra dice: “No sobrevendrá la Hora Final hasta que los occidentales [lit.: “bizantinos”] invadan Al-A`maq o Dabiq [dos localidades del Cercano Oriente], y entonces saldrá contra ellos un ejército desde Medina formado por la mejor gente de la tierra en ese momento. Y cuando se enfrenten dirán los occidentales: ‘Permitidnos pasar contra los que capturaron a los nuestros, para luchar contra ellos’ Responderán los musulmanes: ‘¡No, por Allah!, ¡no os daremos paso contra nuestros hermanos!’ Y los occidentales los atacarán, y un tercio [de los musulmanes] huirá, a quienes Allah no perdonará nunca, y un tercio será muerto, que son los mejores mártires ante Allah, y un tercio vencerá. Son los que no se dejaron encismar [por Satanás] Entonces conquistaran Constantinopla. Y mientras ellos se encuentran repartiéndose el botín, y sus espadas colgadas de los olivos, he aquí que Satanás pregonará para ellos: ‘¡El Mesías ha venido a vuestras casas y familias!’, y ellos saldrán [a recibirlo], siendo esto mentira. Y cuando lleguen a Siria [Satanás] saldrá contra ellos. Y en tanto ellos se estén preparando para la lucha, y cerrando filas, he aquí que será llamada a la oración, y descenderá Jesús hijo de María y los dirigirá en ella. Cuando le vea el enemigo de Allah [al-Dayyal] se derretirá como la sal en el agua, que si él (P) lo dejara se derretiría y desaparecería. Pero Allah lo matará por su mano [la de Jesús (P)], y éste les hará ver [a los creyentes] la sangre en su lanza” (MIK, I, p. 459) Narró un discípulo del Mensajero de Allah (BPDyC): “Cierta vez disertó para nosotros el Mensajero de Allah (BPDyC), y la mayor parte de su discurso se refirió a lo que nos contó sobre el falso mesías (al-Dayyal), advirtiéndonos contra él. Entre lo que nos dijo expresó: ‘No habrá una discordia y seducción más grande, desde que Allah instauró a la descendencia de Adán (P), que la prueba del falso mesías. Y Allah nunca mandó a ningún Profeta que no haya advertido a su comunidad contra el falso mesías, siendo yo el último de los Profetas, y vosotros la última comunidad. El aparecerá entre vosotros, ineludiblemente. Si aparece y yo estoy entre vosotros, seré el defensor de todo musulmán. Pero si surge después de mí, que cada cual sea el defensor de sí mismo, siendo Allah mi heredero sobre todo musulmán. [Al-Dayyal] surgirá de una brecha (o abertura) entre Siria e Irak, y destruirá a derecha e izquierda. ¡Siervos de Allah, gente, sed firmes! Yo os daré una descripción de él que ningún otro Profeta anterior ha hecho: Inicialmente dirá: ‘¡Soy un profeta!’, pero no habrá Profeta después de mí [de Muhámmad (BPDyC) ] Luego continuará y dirá: ‘¡Soy vuestro señor!’, pero vosotros [creyentes] no veréis nunca a vuestro Señor [a Su Luz] hasta que muráis. El [falso mesías] es tuerto, pero vuestro Señor, Poderoso y Majestuoso, no es tuerto. Tendrá inscripta entre sus dos ojos ‘kafir’ (impío), que podrá leer todo creyente, sea o no alfabeto. Entre sus seducciones está que tendrá un paraíso y un infierno, pero su infierno será paraíso, y su paraíso infierno. El que sea probado con su fuego que pida el auxilio de Allah, y que recite la primera parte [de la sura] de la caverna [18 del Sagrado Corán] que será para él frescor y salvación, como el fuego lo fue para Abraham (P) Entre sus seducciones está que dirá a un beduino: ‘¿Si observaras que hago revivir para ti a tu madre y a tu padre, declararás que soy tu señor?’ Responderá: ‘Si’ Entonces un satanás se le representará en las figuras de su padre y de su madre, que exclamarán: ‘¡Hijo mío!, síguelo porque es tu señor’ Y entre sus seducciones es que se apodere de un ser y lo rebane con una sierra hasta convertirlo en dos pedazos. Luego dirá: ‘¡Mira a este siervo mío, que yo lo resucitaré ahora, pero él pretenderá tener otro señor que yo!’ Y Allah lo hará revivir, y entonces el perverso le preguntará: ‘¿Quién es tu señor?’ Responderá: ‘Mi Señor es Allah y tú eres al-Dayyal, el enemigo de Allah: ¡Por Allah!, ¡nunca me percaté tanto de ti [de tu maldad] como hoy!’ Y entre sus seducciones está que ordenará al cielo llover y lloverá, y ordenará a la tierra brotar y germinará. Y entre sus ilusiones está que recorrerá una región donde lo desmentirán, y allí no perdurará sin morir un solo ganado,… y recorrerá otra región que lo confirmará, y él [en recompensa] ordenará al cielo llover, y lloverá, y a la tierra germinar y brotará, hasta que el rebaño de allí, ese día, será más gordo de lo que era, y más corpulento, de flancos más anchos y ubres fluidas en abundancia. No habrá entonces ningún lugar de la tierra que él no holle, excepto Meca y Medina, donde no podrá incursionar nadie sin que lo enfrenten los ángeles con espadas desenvainadas. Entonces se ubicará en el cerro colorado [cerca de Medina], en el cabo del estero, y Medina temblará tres veces con sus habitantes, y no quedará allí hipócrita alguno, varón o mujer, que no se le una [a al-Dayyal] Y la maldad será eliminada de ella [de Medina] como el crisol elimina la escoria del hierro, y ese día será llamado el ‘Día de la Purificación’”. Entonces Ummu Sharík Bint Abi Al-`Akr le preguntó: “Mensajero de Allah, en ese entonces ¿qué será de los árabes?” Respondió: “Serán pocos y la mayoría de ellos estará en Jerusalén”. Más adelante agrega la tradición, después de mencionar la aparición de Jesús (P): “Y cuando al-Dayyal mire hacia Jesús (P) se derretirá como la sal en el agua, y partirá huyendo. Entonces dirá Jesús (P): ‘Tengo para ti un golpe del cual no podrás escapar’, y lo alcanzará luego en la puerta de Ludda, hacia el oriente, y lo matará. Entonces Allah hará huir a los judíos, y no habrá nada de lo creado por Allah Exaltado donde un judío se oculte, sea una piedra, o un árbol, o un muro, o un animal, excepto [el árbol llamado] al-garqadah, porque es un árbol de ellos, sin que cada cosa exclame: ‘¡Siervo de Allah, musulmán!, ¡he aquí un judío, ven a matarlo!’”. Dijo el Mensajero de Allah (BPDyC): “Por cierto que el lapso de al-Dayyal será de cuarenta años [otros hadices dicen cuarenta días, o cuarenta meses, y otros cuatro años], un año como la mitad de un año, y otro año como un mes, y otro año como una semana, y el último de ellos, sus días serán como chispas, en el que alguno de vosotros estará por la mañana en la puerta de Medina y no podrá traspasar su otra puerta hasta anochecer [por la rapidez del tiempo]’ Se le preguntó: ‘¿Cómo rezaremos Profeta de Allah en aquellos tiempos tan exiguos?’ Respondió: ‘Podréis hacer la oración como la hacéis en estos días largos, y rezaréis’ Dijo el Mensajero de Allah: ‘Jesús el hijo de María (P) será un juez equitativo de mi comunidad, y conductor (imam) justo. Destrozará el crucifijo, eliminará los cerdos, abrogará la capitación, y será abandonada [en su época] la caridad [debido a la abundancia de riquezas] El no montará sobre asno ni camello, y [en su época] serán eliminados el rencor y el odio, y quitadas la agresión y la violencia de todo virulento, hasta el punto de que el pequeño pondrá su mano entre las víboras, y esto no lo dañará, y la pequeña correrá a los leones, y ellos no la perjudicarán, y el lobo estará entre el ganado como si fuera un perro que lo cuida. Y la tierra será llena de paz, como la vasija se llena de agua. Y en ese tiempo todos coincidirán en la adoración únicamente de Allah, y cesará la guerra y su iniquidad y crimen, y se quitará la autoridad a Quráish [quizás se refiera a la custodia de la Ká`bah], y la tierra tendrá una luz como de plata, y su vegetación germinará como en la época de Adán (P), hasta el punto de que un grupo se reunirá para comer un racimo de uva, y con ello se satisfarán, y otro grupo de gente se reunirá para comer una sola granada, y eso los satisfará’… Se le preguntó: ‘¿Mensajero de Allah, qué hará que las yeguas sean entonces baratas?’ [Él ya había expresado eso] Respondió: ‘Porque no serán montadas para ninguna guerra’ [Y explicó luego:] ‘…Antes de la aparición del falso mesías habrá tres años de sequía, y la humanidad pasará en ellos una gran hambruna. Entonces Allah ordenará al cielo, en el primero de esos años, que se cierre, y se suspenderá el tercio de su lluvia; y ordenará a la tierra que no brote (no germine), y cesará el tercio de su vegetación. Luego en el segundo año, Allah ordenará al cielo que se cierre, y cesarán los dos tercios de su lluvia; y ordenará a la tierra que no germine, y no brotarán los dos tercios de su vegetación. Luego Allah, Poderoso y Majestuoso, ordenará al cielo, en el tercer año, que se cierre, y no lloverá del todo, ni una sola gota; y ordenará a la tierra que no haga brotar su vegetación, y cesará toda vegetación y verde. Entonces no quedará ningún animal de pezuña partida [que consumen los musulmanes, como el cordero y la vaca] sin que muera, excepto lo que Allah quiera’ Se le preguntó (BPDyC): ‘¿De qué vivirá la gente en esa época?’ Respondió: ‘De decir La Iláha illa Allah (no hay Divino más que Allah), decir Alláhu Ákbar (Allah es el más Grande), decir Subhana Allah (glorificado sea Allah), y decir al-Hámdu lil-Láh (la Alabanza y la gratitud sean con Allah), y esto será para ellos como la comida’” (MIK, I, pp. 459-461)

         Y en otra tradición expresó el Mensajero de Allah: “No se establecerá la Hora final hasta que los musulmanes no combatan a los judíos, y será que [los musulmanes] los eliminen hasta el punto de que un judío vendrá a ocultarse detrás de una piedra, o de un árbol, y dirá la piedra o el árbol: ‘¡Musulmán, siervo de Allah!, ¡he aquí un judío detrás de mí, ven a matarlo!’, excepto el [llamado] al-garqadah, porque es un árbol de los judíos” (MIK, I, p. 461)

         Y en otra tradición que citaremos parcialmente, el Profeta (BPDyC) describe al falso mesías diciendo: “…Es un joven de pelo crespo (rizado o enmarañado), tiene un ojo apagado, es como la figura de Abdul Uzzah Ibn Qáhtan [uno que existía por entonces] El que de vosotros lo encuentre que recite ante él la primera parte de la sura de la caverna [18 del Sagrado Corán, sus primeros diez versículos] Aparecerá desde una brecha entre Siria e Irak, y dañará a diestra y siniestra: ¡Siervos de Allah!, ¡sed firmes [contra él]!” Se le preguntó: “Mensajero de Allah, ¿cuánto permanecerá en la tierra?” Respondió: “Cuarenta días, un día como un año, un día como un mes, un día como una semana, y el resto de los días como vuestros días”… Le preguntaron: “Mensajero de Allah, ¿y cómo será su traslación rápida sobre la tierra?” Contestó: “Será como la nube que es empujada por el viento, y entonces llegará hasta un pueblo y los convocará, y crearán en él y le responderán, y él ordenará al cielo y lloverá, y a la tierra y germinará, y el ganado crecerá sobre lo que ya era, y tendrá ubres más abundantes y fluidas, y será más ancho de flancos. Y vendrá a otra gente y los convocará, pero ellos lo rechazarán, y se irá de allí, y la sequía dominará sin que quede nada de sus riquezas. Y pasará junto a unas ruinas y les dirá: ‘¡Extrae [para mí] tus tesoros!’ y los tesoros lo seguirán como un enjambre de abejas. Luego llamará a un hombre joven, lleno de juventud, y lo golpeará con su espada y lo partirá en dos, como él desea. Luego lo convocará, y vendrá el joven hacia él ya entero, diciendo: ‘La Iláha illa Allah’ [no hay Divino sino Allah, rechazando a al-Dayyal], mientras su rostro se ve sonriente. Y estando en esta situación, Allah hará surgir al Mesías el hijo de María, con ambos sea la Paz, y éste descenderá junto al minarete blanco, al este de Damasco, entre dos vestimentas amarillas, posando su mano sobre las alas de dos ángeles, mientras que su cabeza estará goteando. Y cuando la eleve de ella descenderán como si fueran perlas relucientes. Y ningún impío percibirá el aroma de su ser [de Jesús] sin morir, y su aroma se percibirá a lo lejos, tanto como le dé a él la vista. Entonces procurará encontrar al falso mesías, y lo hallará en la puerta de Ludda [en Palestina], y lo matará. Luego Jesús el hijo de María (P) llegará hasta lo de una gente, que Allah habrá protegido de al-Dayyal, y limpiará sus rostros [metáfora por quitar de ellos la angustia], y les dará a conocer sus categorías en el Paraíso. Y en tanto están en esta situación Allah, Poderoso y Majestuoso, revelará a Jesús (P): ‘Yo he hecho salir en combate a unos siervos Míos que nadie [de los creyentes] se atreva a enfrentar: ¡Que Mis siervos [que están contigo] suban a la montaña!’ . Y entonces Allah hará surgir a Gog y Magog, desde todo punto elevado [cfr. 21:96]..” (MIK, I, p. 461)

         Otra tradición expresa lo siguiente: “Surgirá el falso mesías entre mi comunidad, y permanecerá cuarenta [no dijo si cuarenta días, o meses o años] Entonces enviará Allah a Jesús el hijo de María que será parecido a `Uruah Ibn Mas`úd [uno de los seguidores de él (BPDyC)], y procurará encontrarse con al-Dayyal y lo aniquilará. Luego la gente permanecerá durante siete años sin que haya entre dos [personas] ninguna discrepancia. Después Allah enviará un viento fresco desde el lado de Damasco (o de Siria), y no quedará nadie sobre la faz de la tierra que tenga en su corazón como un átomo de bien o de fe sin que le sea arrancado. Aún cuando alguien se cobije en el interior de una montaña, ese viento penetrará allí y se lo quitará… Entonces restarán sólo los peores de la humanidad, con la rapidez del ave y con los objetivos de las fieras. No reconocerán ningún bien, ni se abstendrán ante ningún mal. Entonces Satanás se les representará y les preguntará: ‘¿Acaso no me obedeceréis?’ Le responderán: ‘¿Qué es lo que quieres ordenarnos?’ Así les ordenará adorar a los ídolos, mientras ellos estarán en una situación de bienestar, su existencia será buena. Luego será tañida la Trompeta, y nadie la escuchará sin que sea abatido. El primero que la escuchará será un hombre que estará encalando el abrevadero de su camellada. Entonces será fulminado, y el resto de la gente también. Después Allah enviará una lluvia y resurgirán de ella los cuerpos de la gente. Luego será tañida por segunda vez la Trompeta y he aquí que ellos estarán resurrectos observando [cfr. 39:68] Y se dirá: ‘¡Humanidad!, ¡venid a vuestro Señor!’ Y he aquí que estarán enhiestos, y serán interrogados [cfr. 37:24] Luego se dirá: ‘¡Tomad [ángeles] al grupo del Fuego [para introducirlo allí]!’ Se preguntará: ‘¿Cuántos son ellos?’ Se responderá: ‘De cada mil, novecientos noventa y nueve’ Tal será el Día en que los niños encanecerán [cfr. 73:17], y tal será el Día en que las piernas se desnuden [se descubra lo oculto] [cfr. 68:42]’” (MIK, I, p. 462)

         Por último, una tradición del Profeta (BPDyC) expresa: “No se establecerá la Hora hasta que veáis diez signos: Salir el sol por el poniente, la humareda, la bestia, la aparición de Gog y Magog, el descenso de Jesús el hijo de María, el falso mesías, y tres sismos: uno en oriente, otro en occidente, y un tercero en la península árabe, y [por último] un fuego que saldrá de la región de Adén, que arremolinará a la gente, y permanecerá noche y día con ellos donde estén” (MIK, I, p. 463)

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