La palabra intriga (kaid) tiene dos sentidos en árabe, la artimaña para conseguir algo, y el engaño que se usa para ello. Figura treinta y cuatro veces bajo diversas formas en el Sagrado Corán. También el Libro utiliza aún más la palabra “maquinación” (mákru), sinónima de la anterior, que significa “tramar”, urdir un plan de acción, o concebir un argumento para lograr un fin, e indica, además, esgrimir un argumento para no permitir que otro consiga cierta finalidad que pretende.
El Sagrado Corán menciona ambas, intriga (kaid) y maquinación (mákru), cada una con dos significados, uno positivo, benéfico, y otro negativo, según a quien se aplique cada una. El significado positivo, benéfico, es que Allah Exaltado impone su Determinación para bien de los seres, pues Él está exento de engañar o defraudar; y el significado negativo indica los actos de iniquidad de los impíos: Ellos complotaron, pero Allah [también] complotó, y Allah es sin duda el mejor de los tramadores (al-makirin)(3:54) Ellos [los impíos] en verdad traman una intriga [kaid, en contra de ti, Muhámmad] y Yo sin duda intrigo [contra los impíos] (86:15-16); …la intriga de los impíos no es más que extravío [fracaso] (40:25); Allah abate la intriga de los que son impíos (8:18) En cuanto a maquinación (mákru) dice: ¿Es que acaso están a resguardo de la maquinación de Allah?: No está, pues, a salvo de la maquinación de Allah más que la gente perdida (7:99); …siendo Allah el mejor de los que maquinan (8:30); pero la trama (mákru) de maldad recaerá solamente sobre quienes la cometen (35:43)
Intriga y maquinación divinas corresponden al engaño que sufre el mismo desviado de la verdad, que padece una ilusión acerca de las cosas del mundo, o del más allá, no admite las advertencias divinas, se obstina en el error a sabiendas, y actúa contra sí mismo: [Pretenden que] engañan a Allah y a los que creen, pero no se engañan más que a sí mismos, aunque no lo perciban (2:9). Debido a la obstinación del desviado Allah lo abandona a su propia suerte, hundiéndose en las apetencias del mundo: A quien Allah descamina no tendrá quién lo guíe y los abandonará hundiéndose en su ceguera (7:186). Expresó Alí (P): “Aquel al que su vida mundanal se le hace holgada, y no conozca que se trata de una maquinación (mákru), él está siendo traicionado por su intelecto” (T, IX, p. 66), se engaña a sí mismo. Y se dijo: “Parte de la maquinación (mákru) de Allah es que Él difiera [la sanción] del siervo mientras le posibilita las apetencias del mundo” (id.) En Al-Káfi, de parte del Imam Muhámmad Al-Báqir (P), dice: “Cuando Allah desea el bien de un siervo graba un punto de luz en su corazón, abre los oídos de su corazón, y lo encarga a un ángel que lo oriente hacia el bien. Y cuando desea perder a un siervo, graba en su corazón un punto negro, obtura los oídos de su corazón, y lo encarga a un satanás que lo extravía” (T, VII, pp. 348-349). Esto significa que Allah Exaltado permite que las personas actúen libremente, y por lo general a esto llamamos “libertad”, que constituye un bien cuando se actúa para la verdad.
Esta idea de la maquinación divina es extraordinaria, pues corresponde al gobierno de Allah sobre los acontecimientos, incluso cuando los mismos inicuos creen estar obrando por su cuenta. El resultado final será lo que Allah Exaltado determine. Además, esto implica la Victoria indefectible de Allah: Sin duda que daremos la victoria a Nuestros Mensajeros y a los creyentes en la vida del mundo, y el Día [final], en que sean convocados los testigos [de la Verdad y de la Realidad] (40:5) Responde [Profeta]: “¡Todo el asunto [el Poder de otorgar la victoria o la derrota] sin duda pertenece a Allah!” (3:154)
Allah es Tramador y Cubridor, trama en contra de los que en sí mismos no reconocen a Su Señorío, y los castiga en sí mismos. Y Cubridor del que, reconociendo Su Señorío, yerra en la ignorancia. Que “en sí mismos no reconocen Su Señorío” alude a los Atributos divinos que predominan en cada particular.
El ejemplo por excelencia en el Sagrado Corán acerca de la trama divina, es la historia de José (P). Ni bien empieza el relato Jacob recomienda a José: “Hijito mío!: No relates tu sueño a tus hermanos, pues tramarían una maquinación contra ti: En verdad que Satanás es para el hombre un enemigo manifiesto” (12-5) La respuesta de Jacob (P) cuando sus hijos le piden que les confiara a José (P) trasluce que él ya sabía lo que iba a suceder, que José (P) sería apartado de él durante muchos años, que esa era una determinación divina inapelable, necesaria para que Allah concretara su Voluntad. Allah Exaltado trama a través de lo que los humanos traman, y sólo se realiza lo que Él quiere. Ya los hermanos habían determinado lo que iban a hacer, y Jacob (P) debía someterse al Señor: “¡Qué va! Vuestras almas os insinuaron una trama. ¡Luego, paciencia es bella, y Allah es el que concede amparo contra lo que declaráis!” (12:18)
En la vida del Profeta hay incontables ejemplos del accionar de la trama divina: Y he aquí que los que son impíos [en Meca] tramaban en tu contra [Profeta], para apresarte, o asesinarte, o expulsarte. Y ellos conspiraban, mientras que Allah también conspiraba, siendo Allah el mejor de los tramadores (8:30). “Dales tiempo [Profeta, pero sepan] que realmente Mi celada es inquebrantable” (7:183)
Una banda de jóvenes, seleccionados de cada clan de la tribu de Quráish, intentaba asesinar al Profeta (BPDyC) respondiendo a la instigación de sus principales enemigos. Los clanes serían solidarios por el asesinato, al participar todos ellos, y no habría represalias de unos clanes contra otros. Entonces Allah Exaltado ordenó a Su Mensajero (BPDyC) abandonar Meca, en lo que se conoce como Emigración o Hégira (acontecimiento inicial del calendario lunar islámico, en el 622 dC). La casa del Profeta (BPDyC) fue vigilada esa noche por los participantes en el complot, los que podían observar desde afuera su lecho, y al ver en él a alguien acostado quedaron seguros de poder asesinarlo en el curso de esa noche. Mientras permanecían al acecho, milagrosamente un letargo profundo los dominó, y el Profeta (BPDyC) atravesó en medio de ellos dejando sobre sus cabezas un poco de tierra, como prueba de su paso. Luego se dirigió al desierto de viaje hacia Medina, siendo acompañado por su compañero Abu Bakr. Cuando los conjurados se despertaron, sacudieron la tierra de sus cabezas, extrañados por este hecho, y se precipitaron hacia el lecho del Profeta (BPDyC) para asesinarlo. Pero quedaron sorprendidos de encontrar allí a Alí Ibn Abi Talib (P) en lugar del Profeta.
Una tradición relata: “Salió el Mensajero de Allah (BPDyC) hacia Tabúk y ordenó a su pregonero anunciar: ‘¡Que nadie pase por la hondonada porque solo la atravesará el Mensajero de Allah (BPDyC)!’, y él transitaba con Hudhaifah Ibn Al-Iamán que guiaba, y ‘Ammár Ibn Iásir que conducía. Entonces se presentó un grupo embozado sobre unas monturas hasta abordar al Profeta (BPDyC), y ‘Ammár empezó a golpear las caras de esas cabalgaduras [para alejarlas], mientras el Profeta ordenaba a Hudhaifah ‘¡adelante, adelante!’” Y la tradición agrega luego: “Preguntó el Profeta (BPDyC) a ‘Ammár: ‘¿Pudiste reconocer a esa gente?’ Respondió: ‘No porque estaban enmascarados, pero reconocí la mayoría de sus cabalgaduras’ Dijo el Profeta (BPDyC): ‘¿Sabes qué pretendían hacer con el Mensajero de Allah?’ Respondió: ‘Allah y su Mensajero lo saben más’ Dijo: ‘Desearon liquidar al Mensajero de Allah apedreándolo desde lo alto del paso’. El Profeta (BPDyC) conocía quienes estaban implicados en la atrocidad, pero no deseaba proceder a castigarlos por razones estratégicas, como sucedió en otros casos, lo cual no significa que los hubiese perdonado, o que quedaran eximidos del castigo divino. Debía soportar esta afrenta en silencio, pero dejó testimonio de ello a través de Hudhaifah para que no se creyera que admitía el mal, encomendando al Señor el juicio de los malhechores.
Otro ejemplo de la trama divina y su preeminencia sobre la creación es el triunfo de los musulmanes en Badr bajo la guía del Profeta (BPDyC) y la subsistencia extraordinaria del Islam pese a todos los obstáculos que se opusieron a la misión del Profeta (BPDyC) que dijo en cierta oportunidad: “Este Din triunfará inclusive con la ayuda de los impíos”.
A pesar de lo que pretendían los impíos, el Profeta (BPDyC) venció y dejó en herencia una doctrina que se ha transmitido a través de los siglos en forma impecable y vital. El éxito, el triunfo, la victoria de Allah, es algo constante, permanente, no desaparece, porque todo Poder y toda Fuerza solamente pertenecen a Allah, y a pesar del poder mundano de los inicuos, el triunfo de Allah está consumado.
© Textos del Sheij Alí Al-Husainí recopilados por Aiman Fradkin y Hasan Gomez, editados por Bashir Gomez