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Conversaciones con el Sheij Alí Al Husainí (3)

-Salamu aleikum Sidi Murshid. En nuestra última conversación me explicó el rol de los Imames de Ahlul-Bait en cuanto al Tafsír o explicación del Sagrado Corán…entiendo que las fuentes de conocimiento son, fundamentalmente, el Sagrado Corán y los hadices (seguros) que registraron las enseñanzas del Profeta Muhammad (BPDyC) y su Descendencia inmaculada (P) ¿Cuál es la importancia, entonces, de la inspiración divina y cuáles son los canales en que ella puede producirse? Pregunto desde mi ignorancia, no quiero que se malinterpreten mis palabras.

En primer lugar, tiene que distinguir “inspiración” de “revelación”. Dice el Sagrado Corán: “Y así es como te revelamos un Espíritu de Nuestro Mandato. Tú no comprendías qué era el Libro ni la Fe, pero Nosotros hicimos que sea una Luz con la cual guiamos al que queremos de Nuestros siervos” (42:52). “Revelación”, en árabe al-uáhi, significa en este idioma “el informe o la noticia que se recibe secretamente y en forma instantánea”. Pero de hecho se distingue entre “Revelación” e “inspiración”, e inclusive se las menciona con dos palabras distintas: “al-Uahí”, “Revelación”, y “al-Ilhám”, “inspiración”.

En el Sagrado Corán puede encontrar varios empleos de la palabra “Revelación”, de los cuales destacaré tres: Primero, la transmisión de un significado al corazón del Profeta (BPDyC), es decir la inspiración a su espíritu de algún conocimiento, con más la seguridad de que lo recibía de Allah, como expresó el Profeta mismo (BPDyC): “El Espíritu Santo insufló en mi espíritu (o corazón)…”

     Segundo: El dirigir Allah su Palabra a un Profeta como por detrás de un velo, es decir a la manera como Moisés (P) recibió la Palabra en forma directa, aunque subsistiendo un elemento que se interponía, tal era el arbusto encendido. Dice el Sagrado Corán: Y Allah habló a Moisés directamente (4:164)

     Tercero: Que el ángel de la Revelación sea enviado por Allah a transmitir a uno de sus Profetas aquello que le fue ordenado, sea que dicho ángel tome la forma de un ser humano, o de alguna otra cosa adecuada a sus funciones. Dijo el Profeta (BPDyC); “A veces el ángel se me presentaba como un hombre, y me hablaba comprendiendo yo aquello que decía”

     Existe en el Sagrado Corán un versículo que engloba estas tres modalidades de la Revelación: No le es posible a ningún ser que Allah le hable excepto en forma de Revelación, o como por detrás de un velo, o que envíe un Mensajero [angelical] que le revele, con Su consentimiento, aquello que Él quiere. Él es por cierto Elevadísimo, Sapientísimo. (42:51)

Allah otorga inspiración a Sus siervos, desde los más grandes, como los Mensajeros y Profetas (P), hasta los más humildes, porque la inspiración está ligada al sí mismo de cada uno, a su esencia. Es como un rayo de luz que aparece al menos una vez para cualquier persona o cosa creada, como una ventana abierta en una habitación por la cual al menos una vez al año pasa un rayo de luz, cada uno tiene al menos una vez el testimonio de su Señor y obtiene prueba de ello. Esto se vincula al momento en que Él le preguntó: “¿Acaso no soy Yo vuestro Señor?” La inspiración surge de la fítrah (esencia primordial), y siendo las fítras todas distintas, las inspiraciones también lo son. Cada ser capta de su Señor lo que su fítrah le permite, y tal cual se lo permite. No es que físicamente la persona determine la forma de su inspiración, sino que cada uno capta la inspiración según su propia modalidad, como un recipiente otorga a un líquido su propia forma, o como la luz única se refleja distinta en cada cosa. Es la fítrah el vínculo con Allah, por el cual el siervo llega a determinada altura en el Conocimiento de su Señor, es como un cordel ligado al Sí Mismo divino, cordel por el cual corre el Soplo Divino.

La erudición y la Sabiduría tienen diversos grados, desde el estudio erudito de los textos, hasta llegar al conocimiento sabio, por inspiración divina al corazón, que es la máxima categoría a que se puede aspirar: Sólo temen a Allah los sabios de entre Sus siervos (35:28) Temer de verdad es la percepción de la Grandeza divina, el estremecimiento interior ante la Realidad inasequible de Allah, que nadie puede abarcar. Tal es el estado del sabio.

Dice el Sagrado Corán: “…los que no conocen dicen: ´Si al menos Allah nos hablara, o nos llegara un Signo´ Esto mismo es lo que dijeron quienes los antecedieron, igual a lo que ellos afirman. ¡Sus corazones son similares! Hemos evidenciado los Signos para gente de certidumbre” (2:118) De parte del Imam Yá`far Al-Sádiq (P) en la fuente Al-Káfi se registra: “El corazón por cierto revolotea en el interior en busca de la Verdad, y cuando ésta llega se tranquiliza y reposa” (T, VII, p. 349). Ambos textos aluden a la inspiración divina y su relación con el corazón del individuo.

Transmitió Al-Bujári de parte de Abu-Darr: “Cuando Allah quiere el bien de un siervo abre para él los cerrojos de su corazón, y establece en él (su corazón) la Certidumbre y la Veracidad. Y hace de su corazón perceptivo (ua‘ían: darse cuenta) para lo que inspira en él, y hace que su corazón esté en paz (sano), y su lengua sea veraz, y su carácter recto (jalíqatuhu, naturaleza de la persona en sentido moral). Y hace que su oído sea atento, y su ojo visionario” La apertura del corazón la describe como Certidumbre y Veracidad. “Hace de su corazón perceptivo” para las inspiraciones divinas, y pacifica su corazón, lo sanea. “Y hace que su oído sea atento y su ojo visionario”, describe así dos modalidades de la inspiración divina: la audición y la visión.

-Lo he escuchado muchas veces, anteriormente, referirse a la inspiración divina como conocimiento infuso, imaginación real o intuición espiritual, pero, la filosofía contemporánea niega la existencia de la intuición espiritual; a lo sumo la antropología o la psicología junguiana la mencionan, considerándola meramente un fenómeno cultural o psíquico. ¿Por qué deberíamos guiarnos con algo tan discutido o negado academicamente?

-Dice el Sagrado Corán: “Las visiones no pueden alcanzarle, pero Él abarca [todas] las visiones, siendo Él Sutilísimo [Presente, Actuante en todo, Imperceptible], Informadísimo [conoce al mínimo y en detalle la constitución y desarrollo de todo] (6:103) “Las visiones no pueden alcanzarle” porque ellas se conectan a lo físico y sensible, no a lo sutil. Esto confirma la necesidad de un conocimiento sutil, metafísico, por intuición e inspiración divina, por Revelación, propio de los Profetas y de los justos, como regalo de Allah para estos últimos.

Los materialistas dicen que solamente lo físico y sensible es perceptible, y entonces es lo único que existe. Pero lo físico y sensible depende de los fenómenos, como la luz, el color, el volumen, la distancia, el movimiento y el reposo, y estos fenómenos son altamente limitativos. La percepción sensible es así altamente limitada y falible. El hombre puede captar un ejemplo de la Visión divina sólo cuando se libra de la visión material, y se eleva en la visión real, en el sueño veraz, o en la certidumbre del estado de muerte, o cuando Allah revela a un Profeta o Mensajero, con ellos sea la Paz, algo por medio de una visión. Entonces todo el ser percibe, no sólo con los ojos, percibe todo el ser como en el sueño, y se percibe realidad, permanencia, absoluto, no algo que depende de la luz, del volumen, del movimiento, del reposo, del color.

En árabe a la visión se la llama al-basírah, y a la vista al-básar. Se mencionan las visiones del corazón, es decir de la imaginación real, como la visión primigenia, de la que la de los ojos depende, como una derivación. Una se dirige al conocimiento y a la realidad, y la otra a la apariencia. Por eso dice: [Di Profeta:] “Os han venido clarividencias de vuestro Señor, así pues, el que vislumbre [la Verdad y crea] será en beneficio propio, pero el que se enceguezca será en contra de él, no siendo yo custodio de vosotros. Así es como exponemos los Signos [de la Realidad].” (6:104-105)

– ¿Cómo se producía la revelación y la inspiración en los Profetas (P) y Mensajeros (P)?

-Existen tres tipos de personas excepcionales: Mensajeros, Profetas y justos, y los tres participan en común de un don divino puramente espiritual, la inspiración, mientras que la Revelación es, además, exclusiva de Mensajeros y Profetas. La tradición enseña que los Mensajeros (P) escuchan y ven al ángel de la Revelación tanto en vigilia como en sueño, mientras que los Profetas (P) escuchan y ven al ángel en sueños, pero sólo lo escuchan durante la vigilia, lo que define a la inspiración.

Zurárah, un seguidor de los Imames (P), cuenta: “Pregunté a Yá’far Al-Sádiq sobre el Mensajero, el Profeta, y el que es inspirado. Me respondió: ‘El Mensajero es el que ve al ángel que le trae el Mensaje de parte de su Señor y que le dice: ‘Te ordena tal y cual cosa’ Y el Mensajero es también Profeta con un Mensaje. El Profeta no ve al ángel [en la vigilia], pero desciende a él algo de lo que se le comunica a su corazón, estando él como desmayado, y además ve [al ángel] en sus sueños’ Pregunté: ‘¿Cómo puede saber entonces que lo que ve en sueños es verdadero?’ Respondió: ‘Allah le da evidencias de que eso es real y verdadero, pero no ve al ángel’” (T, III, p. 185)

Entonces existen tres categorías de seres elegidos: El Mensajero, que trae un Mensaje de Allah para la humanidad, y que tiene la más elevada categoría entre los maestros de la humanidad. Segundo, el Profeta, que tiene una categoría menor a la del Mensajero. Y, por último, el inspirado, que tanto corresponde a los Mensajeros como a los Profetas, pero de la que participan también los justos.

Sobre las tres categorías, se registra en la fuente imamita Al-Basá’ir (Las visiones -o contemplaciones-) por parte de los Imames Muhámmad Al-Báqir (P) como de Yá’far Al-Sádiq (P) que enseñaron: “El Mensajero es a quien se le manifiesta el ángel y le habla, y el Profeta ve en sueños. Pero es posible que la Profecía y ser Mensajero se unifiquen en alguien. Y el inspirado es quien escucha la voz pero no ve la figura” Se le preguntó: “¿Cómo sabrá que lo que ve en sueños es verdadero?” Respondió: “Allah le propicia eso hasta que lo sepa [con evidencia irrefutable] Por cierto que Allah puso sello final a todas las Escrituras con vuestro Libro [el Sagrado Corán], y a todos los Profetas con vuestro Profeta” (T, III, p. 186)

En las tradiciones se narran sobre algunas formas de recepción de la Revelación por parte del Profeta Muhámmad (BPDyC), que a veces le era transmitida por el ángel Gabriel (Yibríl –P-), pero muchas otras veces le era dirigida la Palabra directamente por Allah. Al respecto el Imam Yá`far Al-Sádiq (P), respondiendo a una pregunta sobre los éxtasis o raptos del Profeta (BPDyC), si se producían a causa de la venida de Yibríl (P) o de otro modo, dijo: “No, solamente que ello sucedía cuando Allah Exaltado le dirigía la Palabra sin ningún intermediario”

Según una tradición transmitida por Múslim, cuando la Revelación descendía al Profeta Muhammad (BPDyC), este inclinaba su cabeza, y la inclinaban sus compañeros, y cuando se quitaba de él, levantaba su cabeza. En otro hadiz, transmitido por Al-Thirmidi, cuando descendía a él la Revelación se escuchaba frente a su rostro un zumbido como de abejas.

‘Aisha, una de las esposas del Profeta (BPDyC), narró lo siguiente: “El Profeta (BPDyC) se retiraba en soledad a la caverna de Hirá’, donde permanecía de acuerdo a la costumbre [que existía entre los árabes de Meca]. Para ello llevaba su provisión, y luego retornaba a Jadíyah [su esposa] a proveerse por un lapso igual. Hasta [el día] en que lo sorprendió la Verdad, estando él en la caverna de Hirá’. El Ángel vino con ella [la Revelación] y le dijo: ‘¡Recita [lee]!’. Respondió el Mensajero de Allah (BPDyC) diciendo: ‘¡No sé leer!’. Entonces -dice el Profeta (BPDyC)- me estrechó fuertemente hasta que me abandonaron las fuerzas y luego me libró y repitió: ‘¡Lee!’. Respondí: ¡No sé leer! Me tomó entonces y me estrechó fuertemente por segunda vez hasta que me abandonaron las fuerzas, luego me liberó y ordenó’: ‘¡Lee!’. Respondí: ‘¡No sé leer!’. Entonces me tomó y me estrechó fuertemente por tercera vez hasta que me abandonaron las fuerzas, luego me libró y dijo: ‘¡Recita en el Nombre de tu Señor que todo lo creó!’, ‘hasta que concluyó en [el versículo quinto de la sura 96 que termina diciendo:] lo que este no conocía’. Retornó el Mensajero de Allah (BPDyC) entonces a su casa -continúa ‘Aisha- con esta [Revelación], mientras todo su ser temblaba”.

Dice el Sagrado Corán: ¡Por la estrella cuando se oculta!: Vuestro conocido [Muhammad] no erró ni se confundió, ni profiere nada por pasión. Ello es solamente una Revelación que se le desvela, que le enseñó el de la Fuerza ingente [Gabriel], en su forma primordial, y así se manifestó, estando en el horizonte elevado [oriente] Y luego se aproximó, y ciñó [al Profeta], que estuvo a un arco de Él, o aún más cerca. Y Él [Allah] le reveló a Su siervo lo que le fue revelado (53:1-10) Esto significa que el Profeta (BPDyC) vio a Gabriel tanto bajo una forma reconocible de la Creación, como en su forma primordial, informal. Porque el Espíritu Santo adopta todas las formas dignas y bellas, por ejemplo, la de un ser humano perfecto, cuando así se presentó al Profeta (BPDyC).

De la luz primordial Allah creó a 124.000 Profetas y Mensajeros, con ellos sean la Bendición y la Paz, y los santos, los testigos y los justos, los seres más elevados después de los Mensajeros y Profetas, que son como los respiros de estos últimos. De parte de Yábir Ibn Abdallah Al-Ansári, un compañero del Profeta (BPDyC), se dice: “Pregunté al Mensajero de Allah: ‘¿Cuál fue la primera cosa que Allah creó?’. Respondió: ‘La luz de tu Profeta, Yábir, Allah la creó y de ella creó toda cosa buena… y esa luz transpiró y goteó de ella 124.000 gotas. Entonces Allah creó de cada gota el espíritu de cada Profeta y Mensajero. Luego las almas de los Profetas respiraron, y Allah creó de sus respiros los espíritus de los santos, los testigos y los justos” (T, I, p. 121)

Dice el Sagrado Corán: “Nosotros por cierto te revelamos, como revelamos a Noé, y a los Profetas posteriores a él, y les revelamos a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob y las tribus, y a Jesús, y Job, y Jonás, y Aarón, y Salomón. Y concedimos a David los Salmos. Y a Mensajeros de quienes te hemos relatado anteriormente, y a Mensajeros de los que nada te referimos. Y Allah habló directamente a Moisés.

Fueron Mensajeros albriciadores y advertidores, para que la humanidad no tenga cargo alguno contra Allah después de los Mensajeros, siendo Allah Poderosísimo, Sapientísimo. (4:163-165)

Por último, debo decirle que la Revelación de Allah y la inspiración divina a los Profetas (P) muchas veces contienen revelaciones sobre el futuro, hechos concretos que se cumplen puntualmente. Dice el Sagrado Corán: Cada anuncio profético tiene su concreción (6:67), su verificación, y no se produce nada establecido por Allah sino en su momento, que generalmente nosotros ignoramos, pues es imposible datar exactamente un preanuncio profético, excepto por inspiración divina. El futuro pertenece al Acontecer divino, que es impenetrable. Pero, aun así, lo que los Profetas (P) anuncian sobre el futuro es indefectible, pues ellos lo reciben como Revelación del Señor de los seres.

– Respecto de la audición y la visión dentro de su comunidad espiritual, ¿podría por favor relatar algunos ejemplos sin mencionar nombres? Me refiero a las experiencias en Dhikr (Recuerdo divino, letanía) y Jáluah (retiro espiritual) suyas y de algunos de sus discípulos.

Si, le relataré del retiro espiritual realizado por una hermana. Dice: “Comencé el Dhikr muy desconcentrada y poco a poco me fui concentrando, me vi en la záuiah (morada, habitación dedicada al retiro) del Profeta (BPDyC), era un jardín hermosísimo de los más elevados, en todo momento se veía el jardín no fue para mí como en otras oportunidades que se abrían los ojos de mi corazón y se cerraban y retornaba la visión del mundo, en esta oportunidad continuamente veía el jardín, entonces una voz de hombre llamó a la ventana diciendo “­Allahu Ákbar”, le respondí y me acerqué a recibir lo que allí había dejado. Era una bandeja llena de dulces hechos con miel, una gran bandeja. La tomé en mis manos, la ingresé y vi a un hombre que era todo luz, pensé que era Saiídina Yibríl (Gabriel, el Espíritu Santo, -P-), pero cuando entré en la záuiah entró él también, traspasando la pared (era en realidad Al-Jadr –P-). Se sentó en el suelo, y me senté (bandeja en mano) a su lado. Le dije que estaba en jáluah y no debía hablar con nadie, él me indicó que no me preocupara, e intuí que venía usted, y le dije que se estaba acercando mi maestro, él dijo que pasara. Me inquietó cómo haría para que usted viera el jardín y lo viera a él, y él tomó mi mano y me indicó que tomara la suya. Así usted vio lo mismo (yo no estoy segura de que antes no lo viera). Entonces usted le preguntó por cómo es la Realidad en Allah, y él le contestó, le preguntó cuál era su vínculo (el del Jadr -P-) con el Imam Al-Mahdí (P), y él le contestó. Ud le preguntó cómo sería el devenir, y él le fue contando paso a paso el devenir de los hechos. Ud le preguntó si habría algún signo, y él le dijo cuál era el signo. Él había llegado al mágrib y ya había amanecido. En ese momento venía acercándose sidi Muhammad (servidor de la záuiah), y Al-Jadr (P) le dijo que ud. saliera a su encuentro. El quedó conmigo en la záuiah, hicimos Salat, y se fue también él.

            Dijo que todo lo que habíamos hablado quedó sellado en mi corazón (y en el del Murshid), y que se iría desarrollando poco a poco. Tenía una forma de hablar meditada, cada palabra era antecedida por el pensamiento. Es distinta su forma de hablar a la del Profeta (P) cuya palabra sale como el espíritu de su boca. La záuiah tenía colinas cubiertas de flores, algunas eran de rosas rojas, otras de flores blancas, otras eran crisantemos blancos y rosas, había colinas más altas, más bajas, más lejanas y cercanas. Al-Jadr estaba vestido con una túnica verdeada, acrisolada, su tez es morena, no negra, se sentó en el suelo mirando a la qíblah, yo me senté entre ambos y usted se sentó al otro lado”.

El Dhikr o Recuerdo y también la Jáluah tienen sus antecedentes en el Sagrado Corán y en la tradición o hadíz: Recita lo que te fue Revelado del Libro y observa la oración. Por cierto que la oración preserva de la concupiscencia y de lo ilícito, aunque el Dhikr (recuerdo) de Allah es más grande. Allah conoce cuanto hacéis (29:45) En cuanto al hadíz se cuenta que el Profeta (BPD) salió cierto día de su domicilio y encontró dos grupos de sus seguidores, uno practicando el Recuerdo de Allah, y el otro estudiando el Sagrado Corán, y aprobó a los dos, pero dijo que el que estudiaba era el mejor. Luego, la Jáluah fue practicada por el Profeta (BPD) desde antes de la Revelación cuando se aislaba en Gar Hirá´, una caverna en el valle de Arafat donde culmina la Peregrinación, y en ese valle se encuentra Yabal Al-Nur, el monte de la Luz donde se encuentra aquella caverna en la cual el Profeta (BPD) recibió la Revelación del Sagrado Corán.

-¡Al hamdu lil lah! ¡Barakallah Sidi por compartir la experiencia mencionada! Espero in sha Allah que los que lean esto y tengan su corazón velado pierdan su prejuicio al respecto. Ya que ha sido tan generoso le voy a solicitar un nuevo favor: El dú´á (súplica) de nuestra yamá’ah menciona que Ud. “camina los senderos de Ibrahim (P)” ¿Tiene ello que ver con la orden y cumplimiento de su emigración (y lo que ha tenido que sacrificar por ese motivo)? No le pregunto acerca del resto de ese párrafo del dú’á de la yamá’ah porque creo saber a qué se refiere.

Si se atiende bien lo que dice el dú’á se entenderá que es una súplica de agradecimiento y alabanza a Allah Exaltado, que menciona sucesivamente en forma ascendente primero a la yamá’ah (diciendo uno de sus jardines de conocimiento, bajo su misericordia, en Yamá`ah de vida, educación y enseñanza), luego el Múrshid (guía o maestro) (vinculándolo con la vara de Musa, la palabra de Alí, y camina los senderos de Ibrahim, y es amado por Isa, y brilla en su corazón el recuerdo de Muhammad), luego menciona al Imam Alí (P) diciendo puso a Alí en la cima de los hombres. Y lo hizo digno del Mensajero, y custodio del conocimiento, y libró su nombre de lenguas vulgares, y estableció su nombre en dhikr, y su dhikr en Tauhíd), después menciona al Profeta (BPD) diciendo estableció a Muhammad en la cima de los seres Y lo hizo digno de su Amor, y lo premio con la intercesión, y lo hizo simple a pesar de su superioridad, y lo hizo accesible a pesar de su elevación, y lo hizo entendible a pesar de su cercanía al Uno. Y en él estableció el comienzo y estableció el retorno, a quien nombró Trono, Rostro, Misericordia y Astro reluciente, y quien enciende nuestros corazones con la Luz del Amor. Por último, alude a la realidad material (el viento que purifica, y el fuego que moldea, y la tierra que da firmeza, y el agua que acrecienta) y alude también a la realidad espiritual, correspondiente a las cuatro frases Subhana Allahi, Al-Hámdu lil-Láhi, La Iláha II-la Allahu, y Allahu Ákbar: No hay divino sino Allah (Subhana Allahi), No hay realidad sino la Realidad (Al-Hámdu lil-Láhi), No hay justicia sino la Justicia (La Iláha II-la Allahu), No hay victoria sino la Victoria (Allahu Ákbar). Ahora cito la totalidad del dú´á o súplica, para el que quiera conocer:

ALLAHU AKBAR, ALLAHU AKBAR, ALLAHU AKBAR ¡Por quien unió nuestros corazones! Y nos hizo gente del camino, y nos hace marchar en filas apretadas, quien nos ha vuelto a juntar en este mundo, bajo la amalgama de Su Amor, en uno de sus jardines de conocimiento, bajo su misericordia, en Yamá`ah de vida, educación y enseñanza.

ALLAHU AKBAR, ALLAHU AKBAR, ALLAHU AKBAR ¡Por quien guía a quien Él quiere! Y guía a los hombres con otros hombres, y nos ha dado un Múrshid como puerta a su Imam, conocedor de los corazones y conocedor del camino. Quien lucha con la vara de Musa, y enseña con la palabra de Alí, y camina los senderos de Ibrahim, y es amado por Isa, y brilla en su corazón el recuerdo de Muhammad.

ALLAHU AKBAR, ALLAHU AKBAR, ALLAHU AKBAR ¡por quien puso a Alí en la cima de los hombres! Y lo hizo digno del Mensajero, y custodio del conocimiento, y libró su nombre de lenguas vulgares, y estableció su nombre en dhikr, y su dhikr en Tauhíd, y determinó en su Descendencia la excelencia, en sus hijos los sabios, en sus seguidores a los valientes, y en quien lo ama a lo mejor de la humanidad.

ALLAHU AKBAR, ALLAHU AKBAR, ALLAHU AKBAR ¡Por quien estableció a Muhammad en la cima de los seres! Y lo hizo digno de su Amor, y lo premio con la intercesión, y lo hizo simple a pesar de su superioridad, y lo hizo accesible a pesar de su elevación, y lo hizo entendible a pesar de su cercanía al Uno. Y en él estableció el comienzo y estableció el retorno, a quien nombró Trono, Rostro, Misericordia y Astro reluciente, y quien enciende nuestros corazones con la Luz del Amor.  

ALLAHU AKBAR, ALLAHU AKBAR, ALLAHU AKBAR ¡Por el viento que purifica! ¡y el fuego que moldea!, ¡y la tierra que da firmeza!, ¡y el agua que acrecienta! No hay divino sino Allah, No hay realidad sino la Realidad, No hay justicia sino la Justicia, No hay victoria sino la Victoria, Y en la hora decisiva, humillados ante nuestro Señor, bajo el pie del Imam, a quien escuchamos y obedecemos, rogamos a Allah que nos eleve a nuestro mejor estado, mientras testimoniamos que Él es el Uno, Único y Absoluto.

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