Málik Soberano *Máliku -l-Múlk Rey, Señor del Poder
Dice el Sagrado Corán: ¿Es que no conoces tú [Profeta, y todo otro] que a Allah pertenece el Poder de los cielos y de la tierra? (5:40). El versículo utiliza el término “poder” o “poderío”, al-mulk. En árabe existen dos términos de la misma raíz, al-milk, que significa “posesión”, y en cuanto a Allah, también “Providencia”, término que se vincula a la creación, a la existencia de las cosas. Por otra parte, la palabra al-mulk, significa “poder” o “poderío”, y se vincula a la posibilidad de actuar. De estos dos conceptos se derivan los de al-Máalik (con prolongación y énfasis en su a inicial), que significa “poseedor”, y por extensión, “providente”; y por otra parte, al-Málik (sin prolongación, pero con énfasis de la a), que significa “rey”, “soberano”, y por extensión, “gobernante”.
Allah es el Rey Soberano, al que nada deja de reconocer Su Señorío. (TI L1,XVIII) El Señorío del Rey se ejerce sobre la Creación, aunque no se identifica directamente con el Sí Mismo divino (L1,XIV:1) Todo está dominado por Su Señorío, que significa, por una parte, Poder, implicando la Fuerza, y por otra parte, significa dominio o posesión. Como todas las cosas son indigentes, no tienen un poder total, ni una disponibilidad completa de sí mismas, deben reconocer necesariamente el Señorío del Rey Soberano, son aseñorados, mientras que Él no necesita nada Superior, ni en Poder, ni en Dominio.
Como establece la Fatihat, la sura 1 del Sagrado Corán, Allah es el “Soberano del Día del Juicio” (1:4). Esto no significa que antes del Día del Juicio Él no posea el Poder absoluto. Su Poder nunca cesa ni decrece: A Allah pertenece el Poder absoluto (al-mulk) en los cielos y en la tierra, y en todo cuanto hay en ambos (5:120). Sólo que Su Soberanía total, Su imperio y Supremacía, se manifestará plenamente cuando imponga la Justicia, que ahora demora por Misericordia, y manifieste Su sentencia, ahora postergada y reservada para el Día Final. Ese Día no habrá poder alguno, de ninguna cosa, excepto sólo el Poder absoluto de Allah: ¿De quién es Hoy el Poder?: De Allah Único, Irresistible (40:16). Ese Día el Poder verdadero será del Más Misericordioso (25:26).
Dice una tradición del Profeta (BPD): “Allah asirá la tierra y plegará el cielo en Su diestra, y luego proclamará: ‘Yo soy el Soberano, ¿dónde están los soberanos de la tierra, dónde están los poderosos, dónde están los soberbios?’” (MIK, I, p. 22).
¿Acaso suponíais que Nosotros en verdad os habíamos creado vanamente, y que a Nosotros no retornaríais? Exaltado sea Allah, el Soberano Real, no hay divino sino Él, Señor del Trono Nobilísimo (23:115-116)
El Sagrado Corán menciona a Allah como “el Señor del Trono”, “el que se estableció sobre el Trono”, “el que se ocupó del Trono”, “el que imperó desde el Trono” o “poseedor y dueño del Trono”, y se evidencia así que el Trono está vinculado a la Creación, como parte eminente de ella: Por cierto que vuestro Señor es Allah, Quien creó los cielos y la tierra en seis días, luego se estableció sobre el Trono (7:54); Allah es Quien elevó los cielos sin pilares visibles, luego se ocupó del Trono, y subordinó el sol y la luna, cada uno circula hasta un término prefijado (13:2); Allah fue quien creó los cielos y la tierra y lo que hay entre ambos en seis jornadas, luego imperó desde el Trono (32:4); Él es Indulgentísimo, Amabilísimo [con Sus siervos sinceros], Dueño del Trono glorioso, Hacedor de cuanto quiere (85:14-16)
El Imam Ya´far As-Sadiq (P) expresó: “Preguntó Abu Dharr [uno de los compañeros nobles del Profeta, de los elegidos por Allah y Su Profeta (BPD)]: `¡Mensajero de Allah! ¿Cuál es el mejor versículo que te fue revelado?’. Respondió: “El versículo del Escabel. Los siete Cielos y las siete tierras sólo son respecto del Escabel como un anillo tirado en suelo desierto. Y luego agregó: `Y por cierto que la distinción que tiene el Trono respecto del Escabel, es como la que tiene el desierto respecto del anillo” (Tab., Al-Mizán fi Tafsír al-Qur`án, tº II, p. 336) Así distinguió tres categorías metafísicas, una la del Trono, otra la del Escabel, es decir el estrado del Trono (donde pone los pies el que está en un trono), y aparte de ello distinguió los siete cielos y las siete tierras (todo el universo) Y dijo que estos últimos son respecto del estrado o Escabel, como un anillo tirado en el desierto, por la inmensidad del Escabel, y que a su vez el Escabel es como un anillo tirado en el desierto, respecto del Trono. ¿Cómo será entonces la Grandeza del Soberano por encima de ambos? Y esto metafóricamente, porque Allah, Exaltado sea, no se sienta en un trono, ni tiene cuerpo, ni necesita de ningún objeto.
El Trono simboliza metafísicamente al Profeta (BPD), el Origen y el Fin de todas las cosas, y es mencionado también en el Sagrado Corán como el Rostro, siendo ambos símbolos de lo más elevado, de la máxima categoría y el Origen de todo: Todo lo que hay en ella [la existencia] perecerá, y sólo perdurará el Rostro de tu Señor, poseedor de la Majestad y la Nobleza (55:26-27). El rostro es lo más específico de la realidad de algo, como se reconoce a una persona por su rostro, y el Rostro divino designa al Primer Manifestado.
Cabe aclarar que el Poder divino se ejerce sobre la Creación y, como dijimos antes, será pleno en el Retorno, entretanto el poder es ejercido por los hombres. Y he aquí que tu Señor dijo a los ángeles: “Yo por cierto estableceré un califa en la tierra”. (2:30) Califa significa en principio “sucesor”, pero también se interpreta como “delegado” o “representante”.
Existen dos clases de poderes entre los hombres, el del bien y el del mal, el de la opresión y la injusticia, y el de la justicia y el bienestar. Dice el Sagrado Corán: …por cierto que cuando los gobernantes [o soberanos] toman una ciudad la corrompen, y convierten a los poderosos de sus habitantes [a su elite], en los más humillados, ¡así es cómo proceden! (27:34) Pero también dice: Quienes cuando les damos el dominio de la tierra elevan la oración, dan caridad, ordenan el bien y vedan el mal…(22:41)
El ejemplo histórico del poder opresor es el sistema faraónico, una monarquía absoluta y teocrática; su contraparte es el gobierno ejercido por los Profetas en nombre de Allah. Culturalmente los pueblos arábigos tuvieron la idea del soberano representante de la divinidad, no como la divinidad en persona, según creían en Egipto, sino el soberano cuyo dominio refleja el Poder divino y a él se remite. Una segunda característica de esta concepción, es la del soberano legislador, que recibe la ley divina y la aplica, como el código de Hammurabi (protegido del Señor), que constituye una de los documentos jurídicos fundamentales en la historia de la humanidad, y donde en una estela (lápida cincelada con la figura del soberano y el texto del código) se puede ver al rey recibiendo el código desde el cielo como rayos del dios Shamash (“sol”).
Obviamente el Profeta (BPD) no estableció una monarquía absoluta, estableciendo incluso formas de participación política como por ejemplo las asambleas o majlis de creyentes. Tampoco el califato significa el establecimiento de una monarquía absoluta o gobierno mundial (como se dice actualmente) sino el liderazgo de un representante de Allah en la Tierra.
Al Profeta (BPD) la Historia lo reconoce no solamente por su liderazgo espiritual sino también por sus dotes como jefe de estado. Funciones que ejerció sin engrandecerse sobre el resto de sus coetáneos: Ibn Mas´úd dijo: “Vino un hombre al Profeta (BPD) para consultarlo y comenzó a temblar. Entonces exclamó el Profeta (BPD): ´¡Cálmate! no soy un rey, solamente soy el hijo de una mujer que comía comida simple´”. En el “libro de la Profecía” el Imam Ya’far As-Sadiq (P) contó: “Pasó una mujer grosera (insolente) junto al Mensajero de Allah (BPD), mientras él estaba sentado comiendo, y exclamó ella: ´¡Muhammad!, sin duda que comes la comida de los siervos, y te sientas como ellos se sientan´. El Mensajero de Allah (BPD) le respondió: ´¡Pobre de tí! ¿Qué siervo es más siervo que yo?”.
© Textos del Sheij Alí Al-Husainí recopilados por Aiman Fradkin y Hasan Gomez, editados por Bashir Gomez
Alhamdu lil Lah.! Shukran yayilan por estas enseñanzas.